La frontera entre lo lúdico y la adicción depende del nivel de autocontrol que haya desarrollado el menor. Esta es la clave para Javier Martínez, psicopedagogo del IES Pablo Serrano de Zaragoza, quien va a dirigir uno de los talleres sobre sociabilidad y adicción dentro del curso organizado por la DGA.

Para este experto es fundamental ayudar al menor a mejorar sus habilidades sociales para la vida, potenciando su autoestima, la asertividad, la capacidad para establecer buena comunicación, respetando opiniones ajenas...

Martínez señala que no hay que satanizar las pantallas y aludió también a investigaciones positivas que defienden la ventaja de los videojuegos para mejorar los reflejos, la rapidez, la toma de decisiones o la de favorecer la comunicación al jugar en grupo a un videojuego o utilizar un móvil.