De optimismo fue la primera impresión que el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y el gerente de la Sociedad Expo 2008, Jerónimo Blasco, trasladaron ayer a los medios de comunicación tras llegar a París. Ambos viajaron a la ciudad de la luz para intentar blindar los votos favorables a la capital aragonesa, junto al embajador especial para la muestra, José Manuel Paz Agüeras. Una campaña en la recta final que les llevará hoy a reunirse con delegados de varios países latinoamericanos y asiáticos.

En declaraciones a Efe , Blasco confió en las posibilidades de Zaragoza, asegurando que tiene un mejor proyecto técnico que sus rivales y cuenta con el consenso de los sectores sociales y el apoyo del Gobierno central, que ha comprometido inversiones por valor de 1.400 millones de euros.

Según valoró, la capital aragonesa ganaría si los delegados votan en función de los aspectos técnicos, aunque Blasco reconoció el potencial de Trieste, ya que pertenece a un país Italia con un importante peso diplomático y que es miembro del G-7.

Asimismo, el gerente del consorcio vaticinó que Salónica, que cuenta con un proyecto fuerte y un tamaño de ciudad media "muy conveniente" para este tipo de eventos, obtendrá"menos apoyos" de los que debería tener si los votos fueran por razones técnicas.

En este sentido, destacó la dificultad para obtener el voto de los países más próximos a las otras ciudades candidatas o de aquellos con los que España no tiene una especial relación. Añadió que hay "zonas neutras" como Africa y otras en las que Zaragoza "va muy bien" como Latinoamérica, el Caribe y algunos países árabes y subsaharianos. En Asia y Europa, el voto está dividido.

Cuando sólo faltan tres días para que se conozca la ciudad organizadora, Blasco valoró que "lo más importante" de la candidatura española es que "ha creado una expectativa y una ilusión de una envergadura inusitada".