El Gobierno interino que EEUU se propone instalar en Irak el próximo 1 de julio nacerá muy debilitado, dadas las limitaciones de soberanía que tendrá que aceptar, tal y como advirtió ayer el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, horas antes de que el enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi, expusiese ayer ante el Consejo de Seguridad los detalles del Ejecutivo provisional que ha diseñado para Bagdad.

"Espero que los iraquís entiendan que tal Gobierno, para poder organizarse, funcionar y ser efectivo, tendrá que ceder parte de su soberanía", afirmó Powell. El jefe de la diplomacia de EEUU dijo que Washington no desea "quitarle nada" al Ejecutivo, pero justificó la limitación de sus poderes: "Necesitan nuestra ayuda y, para que podamos proporcionársela, tenemos que poder operar libremente, lo que choca con la soberanía plena".

Según los planes de Washington, el Gobierno provisional iraquí no tendrá capacidad de dictar leyes, con lo que las establecidas por los poderes de ocupación seguirán en vigor. Tampoco tendrá control sobre las fuerzas ocupantes, empezando por las 135.000 tropas estadounidenses que, tras el 30 de junio serán una "fuerza multinacional" dirigida por un general de EEUU, bajo cuyo control estará el Ejército iraquí.

ADVERTENCIA DE AL QAEDA Mientras, Al Qaeda ha pedido a los musulmanes que se alejen de las instalaciones civiles y militares estadounidenses en el golfo Pérsico, que amenaza con golpear duramente. La red terrorista difundió esta amenaza a través de una grabación sonora en internet (www.al-ansar.biz), atribuida al saudí Abdel Aziz al Muqrin, presunto jefe de Al Qaeda en la región.