La dirección federal del PSOE dio ayer el primer paso para frenar el trasvase, al exigir oficialmente al Gobierno en funciones la paralización de todos los trámites relacionados con el plan trasvasista del PP. Así se lo transmitió el número dos del PSOE y firme candidato a ocupar el sillón de vicepresidente en el futuro Gobierno central, Jesús Caldera, al vicepresidente en funciones, Javier Arenas, con quien mantuvo su primera reunión formal en La Moncloa para el traspaso de poderes.

En el PSOE existe una notable preocupación por los compromisos administrativos y económicos que el actual Gobierno en funciones pueda adquirir en las próximas semanas en relación al trasvase, ya que el Ejecutivo entrante se vería en la obligación de buscar una solución de urgencia para no hacer frente a los mismos, dada su negativa a trasvasar agua del Ebro. De hecho, según ha podido saber este diario, las prisas del PP con el trasvase fueron objeto de análisis en la ejecutiva federal del pasado lunes y fue uno de los asuntos que los socialistas incorporaron en la agenda de la cumbre de ayer en la Moncloa.

NARBONA ADVIERTE El PSOE ya ha alertado, a través de la responsable federal de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que el Gobierno en funciones ha acelerado los trámites de los expedientes de las obras del trasvase y de las expropiaciones de los terrenos.

La ministra en funciones de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, ha advertido que no está ni mucho menos por la labor de frenar en estos momentos "un proyecto que consideramos esencial para solucionar el problema del agua".

Ayer, Caldera remarcó en declaraciones a El País , que "todo aquello que tenga que ver con el trasvase que se pretende hacer debería quedar paralizado". El dirigente socialista recordó que su partido considera que determinadas obras contempladas en el Plan Hidrológico "son necesarias, aunque otras no. En el caso del trasvase del Ebro no es la solución a los problemas de agua que tiene España".

Narbona reiteró ayer que la prioridad del Gobierno central en política hidráulica será la resolución, "con rigor" de los problemas de cantidad y de calidad de agua de toda España, y en particular de Levante, "después de la sobredosis de demagogia e incumplimientos del PP durante ocho años, que han empeorado todas las carencias existentes y han generado enfrentamientos y crispación". La responsable federal de Medio Ambiente del PSOE insistió en un comunicado que el nuevo Ejecutivo socialista establecerá cauces institucionales y permanentes con todas las comunidades autónomas, "para generar el consenso del que ha sido incapaz el PP, y escuchará a todos los agentes sociales y económicos interesados en la política del agua". Y solicitó nuevamente que "se detenga cualquier decisión que podría suponer comprometer gasto público y costes".