El ministerio de Sanidad está valorando cambiar el real decreto sobre legionela e incorporar requisitos más estrictos sólo para instalaciones sanitarias, tal y como propuso la consejera de Sanidad, Luisa Noeno, tras el brote que causó la vida a cinco personas en Zaragoza el pasado mes de junio. El objetivo sería reducir el riesgo en los hospitales públicos, "aunque no se puedan eliminar al cien por cien", según recordó la representante de la DGA. Noeno aseguró también que en septiembre remitirá al Gobierno central todos los datos sobre el brote del Clínico, "una vez se complete el análisis de los expertos".