El vehículo eléctrico está llamado a ser el gran protagonista de la transformación de la movilidad en la próxima década. A este fin se están dirigiendo diferentes medidas y ayudas de las administraciones públicas para facilitar su impulso, pero a día de hoy la apuesta por automóviles de este tipo sigue siendo residual en Zaragoza y su entorno metropolitano, donde apenas circulas unos 300 coches enchufables y las ventas siguen en niveles mínimos a pesar de las subvenciones. La falta de infraestructura para alimentar esta flota verde no ayuda a este cambio. En la ciudad hay 44 puntos de recarga públicos pero tan solo cinco en su área de influencia (dos en Villanueva de Gállego, uno en Utebo, uno en Cuarte de Huerva y otro en Pastriz), de los que tres están en supermercados Mercadona, ya que está obligada a tenerlos. En el resto deL extenso territorio que tiene Aragón solo hay 82 más.

Esta deficiente red de cargadores no ayuda acelerar el cambio hacia un modelo de movilidad sostenible, más teniendo en cuenta la limitación de autonomía que tienen esta clase de vehículos en relación a los de combustión. Así pues, no se dan todavía las mejores condiciones para circular en coche eléctrico por la comunidad ni tan siquiera en el área metropolitana de Zaragoza -solo cuatro municipios tiene un punto de recarga-, a pesar de que son los entornos urbanos para los que están más pensados los actuales modelos de cero emisiones que hay hoy en el mercado.

Para dar la vuelta a estos exiguos datos no paran de surgir iniciativas públicas para promover la electrificación del transporte, una apuesta que por ahora no está dando grandes resultados. Hace seis meses se puso en marcha la Oficina de Promoción de la Movilidad Eléctrica (OPME), fruto de la colaboración entre la Cámara de Comercio y el Consorcio de Transportes del Área Metropolitana de Zaragoza (CTAZ). En este tiempo, ha atendido 270 consultas (90 de manera presencial, 60 por correo electrónico y 130 por vía telefónica), según el balance del servicio dado a conocer ayer en una rueda de prensa.

El 90% las dudas planteadas a la oficina -que dirige Diego Artigot- tenían que ver con las ayudas para la movilidad eléctrica, sobre todo a raíz de la convocatoria aragonesa del plan Moves en el mes de julio. El perfil del usuario es sobre todo de empresas (el 70% del total).

«gran oportunidad» / En la presentación del balance de la OPME participó la responsable de Movilidad y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, Natalia Chueca, quien apostó por convertir a la ciudad en «un referente en movilidad sostenible», aunque aseguró que este año no se harán nuevos carriles bici y supeditó a un estudio la extensión de la red ciclable.

También asistió al acto el gerente del CTAZ, Juan Ortiz, quien destacó que la movilidad urbana de la capital aragonesa está en condiciones de ser 100% sostenible al encontrarse ya en un nivel del 75% gracias, principalmente, «al gran patrimonio» de los movimientos peatonales, junto con el uso destacado del transporte público y la aportación de otros medios como la bicicleta o los patinetes. Para alcanzar este objetivo, apuntó que la transición al vehículo eléctrico es «la gran oportunidad», especialmente para la movilidad laboral en el área metropolitana, ya que esta pivota sobre el coche privado.