En cinco años de gestión educativa, el Gobierno aragonés asegura que ha invertido 82 millones de euros en infraestructuras, con los que se han construido o remodelado una treintena de centros escolares. Además, en este lustro el número de profesores ha aumentado en unos 1.500, y el de becas en 1.000 (en 1999 se concedieron 2.000 y este año 3.000). Otra gran apuesta del departamento han sido los libros de texto gratuitos (este curso se han gastado cuatro millones para financiar el ciclo de Primaria).

Este mes de enero se ha cumplido el quinto aniversario del traspaso de las competencias educativas y éstas son las grandes cifras del balance de la Administración. Pero junto a los avances y las mejoras también ha habido espacio para polémicas y tensiones. Esta es la crónica de un periodo histórico.

1 de enero de 1999. Dieciséis años después de aprobarse el Estatuto de Autonomía de Aragón, la comunidad asumió las competencias de mayor enjundia hasta esa fecha. Madrid le transfirió 80.000 millones de pesetas para que se hiciera cargo de 185.000 alumnos y casi 13.000 profesores. En el Pignatelli gobernaban PP y PAR, y Vicente Bielza era el consejero de Educación. El traspaso llegó de forma precipitada, con duras críticas por la escasa cuantía transferida por el Gobierno central y una cita electoral en junio.

Marzo de 1999. El anuncio del PP de subvencionar el segundo ciclo de Infantil (niños entre tres y cinco años) en los colegios concertados con cien millones de pesetas provocó la primera manifestación tras el traspaso de competencias. La Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, integrada por fuerzas políticas y sociales de izquierdas, salió a la calle para protestar. Poco después, las patronales y los padres del sector privado contraatacaron con otra manifestación en la que solicitaron conciertos en lugar de subvenciones.

13 de junio de 1999. De las elecciones autonómicas salió un nuevo Gobierno formado por el PSOE y por el PAR. María Luisa Alejos-Pita, una inspectora del servicio provincial de Huesca, relevó a Vicente Bielza al frente de Educación. La falta de química entre Alejos-Pita y alguno de sus colaboradores fue una rémora para el departamento.

13 de septiembre de 1999. Empieza el primer curso gestionado desde Aragón. A pesar de la premura del traspaso y del aterrizaje de un nuevo Gobierno, las clases comenzaron sin sobresaltos. Al final sólo se subvencionó Infantil en los colegios concertados de una forma testimonial, con apenas diez millones de pesetas.

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