La demanda de combustible siempre ha sido un fiel termómetro de la actividad económica y en los últimos años no ha dejado de caer. Aragón consumió el año pasado 898.529 toneladas de gasóleo A habitual, mientras que en el 2008 se vendieron 962.040 toneladas, una diferencia que sube notablemente si la comparativa se realiza con las cifras de 2012 o 2013. Esta caída de las ventas, junto a otros factores como la llegada de las estaciones sin personal, ha provocado que en la comunidad hayan tenido que cerrar desde 2008 cerca de medio centenar de gasolineras, la mayoría en el medio rural, según datos de la Asociación de Estaciones de Servicios de Aragón (Aesar).

"Hay que tener en cuenta que en algunas instalaciones las ventas han bajado más de un 40%", indica su presidenta, Pilar Soto. Con todo, Aragón empieza a registrar una leve mejora del consumo y los cierres parecen llegar a su fin. Así, la comunidad vendió el año pasado 35.000 toneladas de diésel más que en el 2013 y durante los cinco primeros meses del 2015 consumió 365.605 toneladas, frente a las 344.528 del mismo periodo del 2012. "Se nota una ligera evolución de las ventas, sobre todo porque el transporte de mercancías se mueve algo más, pero la crisis ha hecho mucho daño", apunta Soto, que recuerda que en España han cerrado unas 500 gasolineras y se han perdido 2.500 empleos.

La facturación de sus tiendas y de los túneles de lavado también ha bajado, lo que no ha permitido compensar la caída.