La incentivación a los médicos por prescribir menos medicamentos anunciada en Aragón no es nueva en otras autonomías. La Comunidad Valenciana, Galicia y Castilla y León ya lo hacen. Cataluña, que lo sigue contemplando, no tiene dinero para pagarles .Y en Navarra y La Rioja ni se lo plantean, de momento.

COMUNIDAD VALENCIANA

Objetivo: bajar el gasto medio por receta

La Generalitat valenciana adoptó esta medida el año pasado con el objetivo de ahorrar 300 millones de euros. La Consejería de Sanidad señaló como objetivo rebajar el gasto medio por receta en la región, que estaba en 11,5 euros por persona, un euro más que la media nacional. Los incentivos económicos también se preveían para aquellos médicos que ahorrasen en pruebas diagnósticas y a aquellos profesionales que derivasen a menos pacientes a las consultas de especialistas. En función del resultado obtenido a final de año, los médicos de la comunidad valenciana son compensados con una cantidad retributiva extra que puede representar hasta un 10% del salario anual establecido para su categoría profesional.

CATALUÑA

Sin dinero para satisfacerlo

La Generalitat de Cataluña adoptó esta misma medida de incentivo para los médicos de familia hace ya más de ocho años, en la época de anteriores medicamentazos, con el objetivo de recortar el gasto farmacéutico y, de paso, racionalizar la receta de medicamentos. La medida supuso un ahorro y una reorientación, en otros casos, hacia una recomendación de una dieta sana y la práctica de deporte. Ahora, desde hace un tiempo la crisis ha hecho que la medida permanezca, pero sin dotación económica por falta de presupuesto, por lo que el efecto de incentivo se ha desinflado.

CASTILLA Y LEÓN

Un plan de eficiencia con varias medidas

En Castilla y León, los profesionales de la sanidad cuentan desde hace años con un complemento de productividad que se cobra en función de dos parámetros. Por un lado, el índice sintético, que mide cuántos genéricos se recetan, las bajas que se prescriben, las derivaciones a especialistas y las pruebas diagnósticas que se ordenan. Por otro, el Plan Anual de Gestión, que fijan los criterios de reparto de las cantidades económicas.

NAVARRA

Gratificación testimonial

Los médicos navarros no cuentan con un incentivo económico. Sí tienen alguna pequeña gratificación dentro del listado de conceptos que conforman el apartado del complemento de productividad, con una cantidad casi testimonial. Por el momento, el Gobierno Foral no tiene pensado adoptar ninguna medida.

LA RIOJA

Los facultativos no tienen limitaciones

Desde que se estableció el histórico de receta electrónica, los médicos de cabecera riojanos no tienen límite a la hora de extender sus recetas. El Gobierno adoptó en el 2010 el sistema de prospección por principio activo, por el cual un sistema informático sirve de herramienta a los médicos de cabecera de la comunidad autónoma vecina. Una pestaña descubre cuáles son los genéricos que se pueden recetar para las diversas patologías. Desde el departamento de Salud de La Rioja señalan que la medida ha conseguido triplicar el uso de genéricos desde entonces.

GALICIA

El control ha logrado reducir la factura

La Xunta de Galicia aplicó la medida hace ya muchos años. Los médicos del sistema sanitario gallego tienen la posibilidad de cobrar un complemento de productividad variable de hasta 3.000 euros al año. Una parte la perciben a los seis meses y la otra, al final del ejercicio. Para ganarse esta gratificación, deben cumplir una serie de requisitos. Dependiendo de en qué medida los cumplan, la cifra subirá más o menos. Uno de ellos es que receten un 40% de genéricos; otro es que no receten más del 1,5% de novedades terapéuticas. Además, el departamento de Sanidad realiza programas de inspección para controlar a los hiperprescriptores, aquellos médicos que presentan unas estadísticas de recetas desmesuradas. En este caso, se les investiga y se trata de averiguar por qué prescriben tantas recetas y así detectar posibles fraudes. El año pasado se inspeccionó a 50 profesionales que habían recetado por encima de la media y se averiguó que dos de ellos habían prescrito una media de 300 recetas al día.