El pasado miércoles, durante una comida, uno de los responsables de la campaña del PSOE a las europeas explicó por qué su partido consideraba "vulnerable" a Miguel Arias Cañete, exministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y candidato del Partido Popular. "Sus puntos débiles son fundamentalmente dos. Es un dirigente muy cercano al expresidente José María Aznar, con lo que eso implica, y tiene una extensa actividad de lobista sin justificar", dijo el alto cargo socialista. La vertiente más peleona y menos propositiva de los mítines socialistas, la destinada a atacar a su principal adversario, se basará en estas dos ideas: el cabeza de lista de los conservadores es un dirigente de la vieja guardia de su partido y tiene, además, empresas con estrechas relaciones con la Administración, algo que ha ocultado al Congreso.

Gestor y ministro

Pero también hay una tercera: los socialistas creen que pueden desmontar la idea de que Cañete "es una excelente gestor y ha sido un buen ministro". Ayer convocaron un acto destinado a combatir ese mensaje que intenta trasladar el PP.

Los principales responsables del PSOE en las materias que gestionaba hasta la semana pasada el candidato, junto a la portavoz parlamentaria del principal partido de la oposición, Soraya Rodríguez, fueron desgranando los presuntos cadáveres que ha dejado Cañete: desde "un rosario de expedientes sancionadores al Gobierno" en el 2004 hasta el aumento en un 60% en el sector agrícola durante esta legislatura, pasando por su desinterés hacia las cuestiones ecológicas. "Toda su actividad empresarial privada se lleva a cabo en contra del medio ambiente --concluyó el secretario de Sostenibilidad, Hugo Morán--. Toda la acción de su ministerio ha ido destinada a amordazar a la comunidad científica".