La policía detuvo ayer a otras cinco personas, cuatro marroquís y un español, por su relación con la matanza de Madrid. Fuentes de la investigación sospechan que entre los arrestados hay al menos dos de los autores directos de la matanza del 11-M.

Otras fuentes policiales indicaron que los cuatro magrebís habían sido vistos subiendo y bajando de los trenes el día de la masacre, por lo que no descartaron que todos ellos pudieran ser acusados de la ejecución de los atentados. La policía relaciona a alguno de los arrestados con el atentado de Casablanca perpetrado por el Grupo Islámico de Combatientes de Marruecos (GICM) el pasado mes de mayo.

REGISTRO EN LAVAPIES La operación policial comenzó en la noche del miércoles. A las 22 horas, las fuerzas de seguridad registraron una tienda de ropa ubicada en el madrileño barrio de Lavapiés, a escasos metros del locutorio donde trabajaba Jamal Zugam (detenido el sábado), propiedad de Said Chedadi, encarcelado por el juez Baltasar Garzón desde noviembre del 2001 por su relación con la red española de Al Qaeda.

A continuación, la policía arrestó a tres marroquís en la localidad de Meco, cerca de Alcalá de Henares, estación ésta en la que los terroristas subieron a los trenes para colocar las bombas empleadas en la matanza. Los agentes detuvieron más tarde en la capital madrileña a un cuarto marroquí. Varios testigos, según las mismas fuentes, habrían identificado al menos a dos de los detenidos como autores materiales de los atentados. Los testigos indicaron que los habían visto subir y bajar de los trenes atacados.

ROBO DE EXPLOSIVOS Casi al mismo tiempo, la policía localizaba en Oviedo a un español acusado de robar los explosivos utilizados en la masacre. Este arrestado, según fuentes policiales, trabajaba en una mina, lo que facilitó que se hiciera con la Goma 2 Eco que había en las 10 mochilas bomba que estallaron en los cuatro trenes y en las otras tres que no llegaron a estallar.

Fuentes de la investigación citadas por las agencias Efe y Europa Press aseguraron que el detenido en Oviedo en relación con el atentado de Madrid es un ciudadano español. Al parecer, habría sustraído los más de cien kilos de dinamita empleados para perpetrar la masacre del 11 de marzo.

El explosivo fue fabricado el pasado mes de febrero en la factoría que la Unión Española de Explosivos posee en el Páramo de Masa (Burgos).

ANALISIS DE UNA MOCHILA Los análisis efectuados por la policía científica a partir de la mochila bomba que no estalló y que llevaba un teléfono móvil como temporizador, determinaron que el explosivo pertenecía a una partida que iba destinada a alguna mina o cantera, aunque ni las fuentes policiales ni la empresa, que no había denunciado robo alguno, ofrecieron más datos del supuesto desvío o sustracción del mismo.

La policía evitó facilitar las identidades de los arrestados, ya que busca a otro grupo integrado por al menos tres personas más que también podrían haber participado en la colocación de los artefactos.

BARRIADA DE MECO El dispositivo policial fue coordinado por la Comisaría General de Información, que dirige Jesús de la Morena. Las detenciones, así como los registros, se prolongaron hasta las cinco de la mañana de ayer.

Tres de los marroquís detenidos vivían en el barrio de La Luz, en la localidad de Meco. La policía no desveló la dirección de sus domicilios.

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