El Gobierno aragonés del PSOE-PAR está convencido de que la cumbre hispano-francesa de Zaragoza dará el espaldarazo definitivo al proyecto del túnel ferroviario de baja cota por el Pirineo central (conocido como proyecto del Vignemale), una de las principales reivindicaciones de la comunidad aragonesa.

Hace un año, la cumbre celebrada en la ciudad francesa de Carcasona apenas supuso un tímido avance para este macroproyecto , que hasta ahora Francia ha contemplado con buenas dosis de escepticismo. A pesar de que en el encuentro hispano-galo del 2002 en Santander el compromiso de ambos Ejecutivos con el túnel de baja cota --alcanzado entre el español Francisco Alvarez Cascos y el francés Gilles de Robien-- fue contundente. El español, no, pero el galo continúa hoy día al frente del mismo ministerio, el de Transportes, del país vecino.

En el 2003, los dos Gobierno anunciaron que a principios del 2004 encargarían los estudios de tráficos, funcionalidad, posibles trazados y viabilidad de este proyecto, que aún está en el imaginario político. Ahora se podrá comprobar si se ha materializado ese compromiso, pues el Vignemale está en la agenda de la cumbre de Zaragoza.

En Carcasona, lo que quedó más difuminado fue el respaldo a la reapertura del Canfranc, para la que Francia no renovó su compromiso y que se quedó sin fechas. Eso sí se conoció una estimación del coste de poner a punto toda la línea: 842 millones de euros.