La comparecencia más esperada de la comisión de investigación de CAI tendrá que esperar. Tomás García Montes, exdirector de la entidad entre el 2005 y el 2009, no ha hecho acuse de recibo a la petición cursada por las Cortes de Aragón para que rindiera declaración en este parlamento sobre gestión en la entidad, la más cuestionada desde todos los ámbitos. Lo mismo pasa con Ramón Marrero, exsocio de CAI en los negocios inmobiliarios en el sur y que debería comparecer el lunes, al que tampoco se le ha podido notificar la solicitud. Esta situación sorprendente no se producido con las más 40 personas que se ha llamado a declarar, por lo que no parece casual. Se da la circunstancia de que ambos están imputados por delitos de estafa, apropiación indebida y administración desleal en la querella presentada contra ellos por CAI.