Las dos horas que la Virgen del Pilar de Zaragoza estuvo arropada por un manto de Falange el pasado lunes por la tarde podrían haberle supuesto al Cabildo de la Basílica una sanción de hasta 5.000 euros según la nueva ley autonómica de memoria democrática que entrará en vigor en los próximos días.

El Gobierno de Aragón calificó la situación de «absolutamente lamentable» y consideró que tras la exhibición del manto «no val e solo con una disculpa». El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, consideró que la exhibición del emblema de Falange fue una «ofensa a las víctimas» de la guerra civil. «El día que entre en vigor la ley, todo el mundo en Aragón tiene que saber a qué atenerse cuando se producen este tipo de acontecimientos», recordó.

Desde el Cabildo Metropolitano dijeron desconocer las consecuencias de un hecho sobre el que pidieron «excusas y perdón» y que calificaron de «error lamentable» al considerarlo un «acto rutinario» de quien cada día pone los mantos. Sin embargo, pocos detalles más ofrecieron sobre la cadena de «errores» que se sucedieron hasta el momento de la exhibición del manto.

El secretario capitular, Jesús Domínguez pidió «comprensión» al considerar que las personas encargadas de estos cambios «son muy mayores» con las que «hace falta mucha paciencia». Sin concretar posibles acciones punitivas, únicamente anunció que desde el cabildo están trabajando en un nuevo reglamento para evitar que la exposición de los mantos de la Virgen pueda ser usada para fines políticos o comerciales.

También se mostraron críticos con la situación generada por el manto los portavoces de Falange Española de las Jons en Aragón. El delegado en la comunidad de la formación, Anselmo Fernández, trató de intervenir en la rueda de prensa convocada en la Casa de la Iglesia para dar su versión de los hechos. «Me gustaría saber la razón de tanto revuelo, el manto ha sido donado por una organización legal que no está vinculada a ninguna dictadura anterior», dijo. Cuando se le pidió que abandonara el salón de actos trató de hacer valer su condición de católico practicante. «Esta casa es la mía, ¿me voy de mi Iglesia?», expresó.

Por su parte, el jefe nacional de Falange, Norberto Picó, consideró que se les ha brindado «un trato discriminatorio» pues defienden que ellos pidieron «con tiempo» que se luciera el manto para conmemorar el asesinato del fundador del partido, José Antonio Primo de Rivera. «Ahora, o retiran el manto del catálogo o que lo devuelvan a las personas que lo donaron», aseguró.

No es la primera vez que sucede algo similar en la basílica del Pilar, pues en el 2015 la Virgen ya fue cubierta con un manto de la División Azul. «Este tipo de actos son absolutamente reprobables e impropios de la Iglesia», insistió el consejero Guillén, que además replicó que según aprendió «Jesucristo estaba en contra de todo tipo de fascismo».