La nueva familia real tras la proclamación de Felipe VI quedará limitada a los nuevos monarcas, sus hijas Leonor y Sofía, más Juan Carlos y Sofía, los actuales reyes, según avanzó un portavoz del palacio de la Zarzuela. Las infantas Elena y Cristina dejarán así de ser miembros de la familia real, y pasarán a ser familiares del rey Felipe VI, como hoy lo son las infantas Pilar y Margarita, hermanas de Juan Carlos.

La hoy infanta Leonor tendrá el tratamiento de princesa de Asturias y demás títulos vinculados al heredero de la Corona, mientras que la hija menor de Felipe y Letizia, Sofía, seguirá siendo infanta.

DEBATE PREVIO La casa del Rey llevaba años barajando modificar la composición de la familia real para limitarla, incluso antes de que se produjera la abdicación, a los miembros de la familia que vivían exclusivamente del presupuesto que el Estado destina a la Corona. Las infantas Elena y Cristina (antes de que esta última fuese apartada de los actos institucionales para evitar que el caso Urdagarin afectase a la institución) también recibían una retribución. En su caso y a diferencia de los Reyes y los Príncipes, esta asignación no equivalía a un sueldo y la han compatibilizado con otras actividades económicas en empresas privadas. Un modelo de doble dependencia que quedó en evidencia con la investigación judicial en torno a los negocios de Iñaki Urdangarin.

Una fuente del palacio de la Zarzuela reveló en una información difundida en diciembre del 2011 este plan para limitar los miembros de la familia real y excluir de ella a las infantas.

Un día después, la Casa del Rey rectificó esa información y reaccionó destituyendo al entonces portavoz de la casa, Ramón Iribarren. Para cambiar la composición de la familia real no será necesaria ninguna modificación normativa. Será suficiente con aplicar el decreto regulador del Registro Civil de la Familia Real, de noviembre de 1981, que ya incluye únicamente en este grupo al Monarca, su consorte y sus ascendientes y descendientes, así como al Príncipe de Asturias.