La obra Alejandro y Ana (Lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente), fue la ganadora de los VII Premios Max de las Artes Escénicas en la gala celebrada ayer en el Auditorio de Zaragoza y que estuvo marcada por el cambio político en España desde el pasado 14 de marzo. La compañía Animalario, que puso en escena esa obra el año pasado, ganó también el premio al mejor empresario o productor privado de artes escénicas.

En estas dos variedades venció a su competidor directo: Las bicicletas son para el verano , de Fernando Fernán Gómez y a la compañía de esta pieza, Teatro de la Danza de Madrid, que llegaban a Zaragoza, con doce nominaciones. De ellas, sólo se llevó cuatro premios: el de mejor autor (Fernán Gómez fue el primer galardonado de la noche y el primero de una cadena de ausencias clamorosas que muchos achacaban a motivos de trabajo); el de mejor director de escena (Luis Olmos) , mejor figurinista (María Luisa Engel) y mejor iluminación (Quico Gutiérrez).

Las bicicletas... salió derrotada en premios clave como el de mejor actor y mejor actriz, que recayeron en Miguel Angel Sola y Mercedes Sampietro y mejor actor de reparto, concedido a un Agustín González que tampoco asistió a la gala. Sí estuvo, y por sorpresa, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, lo que desde la misma presentadora de la gala, una animosa Llum Barrera que fue de más a menos, se interpretó como un cambio en el signo de los tiempos. El año pasado, la gala celebrada en Galicia no se televisó por el temor a sorpresas sobre el chapapote.

Y sería Alberto Sanjuan, responsable de Animalario, quien al recibir la manzana por la mejor empresa teatral privada quien se explayase con un manifiesto leído y lanzado directamente al corazón del anterior Gobierno: "No hay guerras lejanas, hay una sola guerra y estamos todos involucrados. La retirada de las tropas puede ser el inicio de un nuevo rumbo... La guerra de Bush, Blair y Aznar es terrorismo y es nuestro terrorismo" . Y unos versos de Angel Gonzalez: El día que ningún hombre haga brotar / la sangre de otro hombre / ese día será el futuro . Preguntado después si con el anterior Gobierno hubiera ganado esta obra, Sanjuan recordó que los premios Max no los dan los políticos, sino la gente del teatro: unos 14.000.

El Max de mejor actriz a Mercedes Sampietro y el de mejor actor a Miguel Angel Solá fue también recibido por ambos con sorpresa. Agustín Gonzalez, ganador como actor secundario, fue otro de los grandes ausentes ayer. Si compareció Rafael Amargo, quien se llevó el premio al mejor danzarín, pero tuvo que ceder a Sol Picó el premio a la mejor coreografía.

Se notó en la gala la mano maestra de su director, Paco Mir, de Tricicle, con gags muy de su estilo y la convergencia de todas las artes: marionetas, sombras chinescas, una grúa llevando a la presentadora o las variaciones sobre la canción Mediterráneo de Serrat, que fue taconeado y hasta dialogado por Jaime Blanch y Luis Varela, en uno de los momentos claves. Pero los parones publicitarios hicieron que el pulso se desvaneciera y el espectáculo derivara hacia lo convencional y lo soporífero. La compañía de Teatro Arbolé no logró el premio revelación.