En la guía de comercios de Zaragoza se pueden encontrar ya más de 80 establecimientos dedicados a la herboristería y la dietética, lo que refleja el desarrollo que ha sufrido este mercado que aún está en expansión. Uno de los propietarios de estos comercios, J. M. Sánchez, no duda en reconocer que la nueva medida que quiere implantar el Ministerio de Sanidad y que les prohibirá la venta de 151 plantas tradicionales responde a un interés económico y les va a afectar notablemente.

Dieta Sport es una herboristería zaragozana que tiene más de 20 años de vida y, en todo ese tiempo, no ha tenido ningún problema de intoxicación ni ha recibido ninguna queja por parte de los clientes, según indica su propietario, J. M. Sánchez. De esta forma, los herbolarios niegan que se les retire la venta de estas plantas porque puedan representar un riesgo para la salud, aunque reconoce que "todo es nocivo pero según las dosis".

Larga implantación

Según explica Sánchez, "Sanidad quiere vender ahora estas hierbas en las farmacias porque le interesa económicamente y porque están viendo que los herbolarios son un filón". Sin embargo, este propietario no esconde su malestar ya que considera que los farmacéuticos se van a apropiar de un mercado que han levantado otros.

"Son plantas que hemos introducido nosotros a lo largo de más de 20 años con mucho trabajo y a base de experiencia. Y ahora que ya son usuales, las quieren vender como medicamentos". Así de contundente se mostraba Sánchez al dar su opinión sobre el origen de esta medida, que, por otro lado, no les ha cogido por sorpresa. "Hace dos años ya nos retiraron la venta de otras plantas como la kawa, un derivado del pimiento", recuerda este profesional, que lejos de resignarse anuncia que tomarán medidas y buscarán alternativas.

Además, J. M. Sánchez considera que los farmacéuticos no están interesados en la venta de este tipo de productos, que requieren de un asesoramiento previo. Por ejemplo, en su establecimiento trabajan dos dependientas que han estudiado un módulo de nutrición y dietética y que han complementado su formación con otros cursos sobre naturopatía u otras especialidades. Estas dos chicas son las encargadas de atender a los clientes, a quienes preguntan por su problema para posteriormente aconsejarles el producto que más se adapta a sus necesidades y las dosis en las que se debe tomar. Algo que Sánchez no cree que harían las farmacias.

Entre las más de 200 plantas que hay en el establecimiento, se puede encontrar una hierba para cada problema. Así, por ejemplo, la valeriana se utiliza como un tranquilizante muy suave y el harpagofito como un antirreumático o antinflamatorio muy común. Sin embargo, de aprobarse el decreto de Sanidad, estas plantas y otras 149 más pasarían a dispensarse exclusivamente en farmacias, lo que afectaría de forma considerable a las herboristerías.