Bóvedas medievales en las bodegas y rutilantes espacios altos de mármol, madera y cristal. Con estos contrastes se mostrará el nuevo Tubo a partir de mañana, día marcado para inagurar con cámaras y autoridades la que fue emblemática manzana del tapeo y el bocadillo de calamar. Tras una larga travesía cargada de polémicas, el multiedificio conocido ahora como Puerta Cinegia está dispuesto a cambiar el tipismo rancio de hace quince años por una oferta hostelera de nivel, comercios escogidos y oficinas con las mejores vistas sobre el centro de la ciudad.

La fachada engaña. Tras el código de barras a tamaño gigante de Daniel Olano se oculta un mundo arquitectónico que mezcla lo antiguo con lo moderno, la historia de la muralla romana y el patio gótico recuperado con las escaleras mecánicas, el ascensor panorámico y la enorme pantalla audiovisual que amenizará la vida en la plaza principal del complejo.

Lo que no verá el ciudadano de a pie también tiene su encanto. Del vestíbulo señorial del antiguo Banco Vitalicio, reconvertido en despachos de empresas, se pasa en un momento a un moderno patio interior donde conviven escalinatas de nueva planta y un gran lucernario desmontable.

Al fondo resalta la línea de casas rehabilitadas de Cuatro de Agosto, que luce techumbre de teja antigua recién puesta y combina elegantes fachadas interiores forradas de madera con portones y balcones de época de cara a la calle. Dentro se instalan ya apartamentos y oficinas.

De vuelta en el edificio nuevo, apabulla el mármol claro del suelo, los acabados de lujo y la sensación de espacio abierto al exterior que aportan claraboyas y ventanales. Escaleras abajo aguarda otro viaje al pasado, con su entramado de pasadizos de viejo ladrillo, arcadas y espacios subterráneos que acabarán acogiendo barras de bar y mesas bien surtidas.

Bajo tierra se ven todavía antiguas vigas sujetas con hierro contemporáneo para que puedan resistir varios siglos más; paredes hechas de piedra robada hace tiempo a la muralla y materiales de épocas remotas que nada tienen que ver con la potente sala de máquinas de la actual Puerta Cinegia, o con el ordenador que centraliza la climatización, la seguridad y el funcionamiento del edificio. Mañana se podrá ver, y el lunes abre definitivamente su puerta.