El gesto de Alberto Cubero ayer estaba en las antípodas de reflejar una derrota política. Su pulso con Pedro Santisteve, o al menos así se habían presentado las primarias en Zaragoza en Común (ZeC), caía del lado del alcalde actual y relegaba a la principal apuesta de IU en la confluencia a la tercera posición. Pero su reacción fue la de «felicitar a los agraciados y en especial a Pedro, que es el único alcalde que se ha presentado a un proceso de primarias y lo ha ganado». «Hay que reconocer ahora su mérito y la valentía de presentarse, que ahora refuerza su liderazgo».

Sus palabras denotaban la buena sintonía que ayer en la plaza del Pilar querían escenificar todos los que han salido elegidos para conformar la lista de ZeC. Y desde el punto de vista de Cubero e IU, evidenciar que «no ha habido confrontación ni antes, ni durante, ni después de las primarias». «Lo que pasa es que aparte de Pedro había que elegir a 19 personas más», apostilló el actual responsable de Servicios Públicos y Personal. «IU está muy contenta con este resultado, porque se demuestra que los votos que hemos recibido no solo son de militantes nuestros y es un reconocimiento también a nuestro trabajo».

Lo importante, a juicio del concejal, es que «con casi 3.000 personas participando en las primarias se ha demostrado que ZeC está más viva que nunca y hay mucha ilusión para el futuro», explicó. Un futuro que le aleja a él, personalmente, de la posibilidad de ser alcalde, aunque le resta importancia.

Respecto a la posibilidad de diálogo con Podemos y de conformar una lista conjunta, su visión no deja lugar a dudas: «Cualquier tipo de negociación que quiera revertir la decisión de casi 3.000 personas va a ser muy difícil que tenga más legitimidad que esto. No creo que haya una legitimidad mayor que esa», afirmó el concejal, quien no cerró la puerta al acuerdo con la formación morada, «siempre que pase por no modificar esta lista». «Y veo casi imposible que Podemos quiera entrar ahora sin hacerlo, pero por respeto a esas 2.700 personas, no se me ocurre una justificación para hacerlo. Los tiempos para negociar eran antes de las primarias», concluyó. D. L. G.