La lucha contra el cambio climático y el cambio de modelo productivo buscando la sostenibilidad marcan una apuesta política de IU económica, mediambiental y energética en la que, por ejemplo, se promueva la generación pública de electricidad por parte de los municipios desde fuentes renovables de energía, destacando la fotovoltaica, la solar térmica y la minieólica, así como impulsar la puesta en marcha de operadores públicos o invertir en I+D+i. También defiende una transición ecológica más justa para Andorra tras el anunciado cierre en el 2020 de la central térmica y plantea alargar su vida útil hasta dar con una alternativa definitiva a su economía. La formación también apuesta por elaborar planes de eficiencia energética de edificios públicos, otro de descontaminación del lindano en la comunidad y garantizar el cumplimiento de la recogida selectiva de materia orgánica en los pueblos de menos de 500 habitantes. Además, garantiza la gestión 100% pública del agua, se opone a los posibles trasvases del Ebro y promete la reforma integral del Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA).