El análisis de los componentes de las cartas-bomba y el lugar donde fueron depositadas son ahora las prioridades de la Brigada de Información de la Policía. Los carteros que recogen la correspondencia de los buzones intercambian las sacas llenas por otras vacías y las primeras las descargan en un contenedor del muelle de Correos para su inspección por el escáner. Los paquetes que contenían los explosivos es correspondencia atípica, ya que los buzones suelen contener sobres, por lo que una saca con tres cartas-bomba pudo llamar la atención del empleado que la vació. El conocimiento de la ruta puede centrar geográficamente la investigación para intentar averiguar dónde pudo adquirirse el material para confeccionar los artefactos explosivos.