La campaña en torno a la enseñanza religiosa está siendo larga. De hecho, el pasado mes de junio las parroquias aragonesas dieron lectura de una carta firmada por todos los obispos de las diócesis aragonesas en la que se defendía que "la enseñanza religiosa en las aulas no es un privilegio".

En la misiva se destacaba lo siguiente: "No es una mera concesión benévola del poder político. Los textos jurídicos internacionales que según la Constitución se deben respetar en España y en Aragón establecen que los padres tienen derecho prioritario para elegir el tipo de educación para sus hijos, de manera especial en el orden religioso".

Los obispos rogaban a las familias que inscribieran a sus hijos en la clase de Religión. "Durante el curso se han producido actuaciones que no tienen en cuenta la legalidad vigente y determinados grupos políticos y sindicales han tomado este tema como bandera, tratando de desestabilizar una situación que fue pactada en el consenso constitucional. Estamos ante un asunto de especial gravedad sobre el que la comunidad cristiana no puede callar y ante el que los padres tienen que reaccionar".

LAS ENCUESTAS, A FAVOR La Iglesia y los católicos de base se han remitido en más de una ocasión a las encuestas, como una del CIS del 2002 según la cual sólo el 9% de los españoles considera que en la escuela no debería enseñarse ningún tipo de religión.

Casi la mitad, el 48%, cree que debería darse la posibilidad de elegir, y el 22% opina que la religión debería ser obligatoria. El 17%, además, se inclina, por lo menos, por que se enseñe historia de las religiones en la escuela.