Ismael, un joven de 16 años, murió ayer por la tarde apuñalado en Andorra por su propio padre cuando trató de evitar que agrediera a su madre. El agresor también produjo graves heridas a la mujer de las que fue intervenida quirúrgicamente anoche en el hospital Miguel Servet de Zaragoza. Presentaba un preocupante traumatismo craneal y heridas de arma blanca en el hombro y el tórax de menor gravedad. Está ingresada en la uci de Traumatología. Su estado es muy grave pero estable.

Tras cometer la violenta agresión, el hombre se precipitó al vacío desde la cuarta planta del edificio en el que vivía la familia, en un bloque algo apartado del casco urbano de Andorra, en el número 1 de la calle Estercuel. La familia vivía desde hace más de 13 años en este domicilio, y era muy conocida en la villa minera porque la mujer, de 39 años y llamada Gema, regentaba un bazar y natural de Andorra, aunque llevaba de baja un año. El agresor, Alí, tenía 41 años y había trabajado como albañil, así como empleado de la limpieza en la central térmica de Andorra. No tenía antecedentes policiales y fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón precisaron que no había denuncias previas de violencia machista entre la pareja.

Los hechos ocurrieron a primera hora de la tarde. Según una de las vecinas, escuchó gritos «desgarradores» pasadas las tres y media de la tarde procedentes de un piso de la calle Estercuel, en una zona conocida como Barrio Escatrón porque allí se alojaban los mineros que procedían de este municipio zaragozano para trabajar en la central térmica. «Escuché muchos gritos, pero por la hora pensé que eran niños que estaban jugando y discutiendo, pero poco más tarde oí un grito muy fuerte y me asusté. Fue un sonido prolongado», señaló una mujer que apenas llevaba unos meses viviendo en el municipio.

EL RELATO DE LOS HECHOS

Según fuentes de la investigación, los servicios de emergencia llegaron a las seis de la tarde, tras recibir un aviso de los vecinos que habían observado cómo un hombre se tiraba desde una ventana del cuarto piso. Allí se encontraron una escena dantesca. Gravemente herido, en una zona ajardinada de la calle, yacía el cuerpo de un hombre cuyo estado presentaba una máxima gravedad. Fue trasladado al hospital de Alcañiz, donde no se pudo hacer nada por salvar su vida y a las 19.40 se certificó su fallecimiento. Pero lo peor estaba por llegar. Al entrar en la vivienda se encontraron al menor totalmente ensangrentado. El cuerpo presentaba múltiples cuchilladas y el agresor -su propio padre- había actuado con enseñamiento cuando el joven se había interpuesto entre él y su madre para evitar que se pelearan. Falleció en el propio domicilio pocos minutos después de llegar personal del centro de salud y la Guardia Civil. También encontraron el cuerpo de la mujer, herido por arma blanca y con un grave traumatismo. Un helicóptero del Salud la trasladó de urgencia al hospital Miguel Servet. Numerosos vecinos asistían conmocionados a la operación de traslado, ya que tuvo que hacerse desde el cercano campo de fútbol y al lado de las piscinas de la localidad, muy concurridas a esa hora de la tarde. A medida de que los vecinos fueron conociendo la tragedia, la villa minera se cubrió de conmoción. El joven asesinado cursaba 4º de la ESO en el instituto de Andorra y practicaba kickboxing y parkour. Era muy querido por toda la comunidad estudiantil, que ayer estaba muy afectada por lo sucedido.

El Ayuntamiento de Andorra decretará hoy el luto oficial y condenará oficialmente los hechos en un pleno extraordinario convocado a las 14.30 horas. El alcalde de la localidad, Antonio Amador, estaba consternado, al igual que otros miembros de la corporación, algunos de los cuales estaban fuera de la localidad por vacaciones y volvieron de inmediato al pueblo.

«Condenamos esta lacra que acaba con la vida de gente inocente como este joven andorrano, que tenía toda una vida por delante y era muy querido. Ha sido un mazazo. Nos pondremos a disposición de lo que pueda necesitar la familia. Tenemos que erradicar esto de nuestra sociedad», señaló el alcalde al término de una concentración en señal de repulsa en una localidad que aún no se ha repuesto de los tres asesinatos que cometió en diciembre del 2017 Igor el Ruso, concretamente el del joven agricultor José Iranzo y dos guardias civiles a los que tiroteó.

*Con información de Ana Lahoz, Ricardo Barceló, David López, Antonio Ibáñez y Alicia Revuelta.