La trayectoria del proyecto del macrotrasvase del Ebro no tiene equiparación con ninguna obra ejecutada o por ejecutar en Aragón. Pese a la espectacular envergadura de la actuación y a su elevado coste, la tramitación ha sido un suspiro . En el 2000, la comunidad tomaba la calle para rechazar lo que aún era una intención política plasmada en un plan. Ahora, ese plan es un rosario de primeras piedras.