Los gobiernos de Murcia y la Comunidad Valenciana reclamaron ayer diálogo sobre el Plan Hidrológico Nacional (PHN), después de casi tres años de renunciar a cualquier entendimiento con Aragón o Cataluña en materia hidráulica y exclusivamente por su temor a que el nuevo Gobierno central, socialista, paralice las obras del macrotrasvase del Ebro, como ha anunciado.

Los presidentes murciano, Ramón Luis Valcárcel, y valenciano, Francisco Camps, mostraron ayer su disposición a la búsqueda de acuerdos. Pero si bien dijeron que su postura no sería "inflexible", pusieron ya una condición de salida: que la cesión del Ebro no se detenga, sino que se termine.

Los dos dirigentes, ambos del PP, han sido muy duros en sus ataques a Aragón por oponerse al PHN, descalificando --incluso-- a los principales dirigentes de la comunidad aragonesa. Tras tres años de negarse a escuchar la voz de las cuencas cedentes, Valcárcel y Camps ofrecieron diálogo al próximo presidente español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pero advirtieron de partida que su defensa del trasvase será "firme" y que actuarán desde la "lealtad".

El argumento del presidente murciano fue: "No hay que paralizar lo que está en marcha, porque no se puede paralizar la buena marcha de dos comunidades autónomas", según Europa Press .

Camps y Valcárcel se reunieron en Valencia para impulsar una estrategia conjunta de apoyo y reivindicación del plan. Varios dirigentes del PP en estas comunidades han instado a sus ciudadanos a movilizarse para que el trasvase no se pare.

REACCIONES El diputado del PSOE de Huesca Víctor Morlán, que ha sido el portavoz de Medio Ambiente de su partido en el Congreso, señaló al respecto de estas declaraciones que los socialistas están "dispuestos a hablar con todo el mundo", pero matizó que el punto de partida es una propuesta "que no incluye un trasvase del Ebro". Morlán subrayó que toda discusión pasará por la alternativa del PSOE al PHN, que prevé alternativas a la cesión.

El consejero de Medio Ambiente de la DGA, el aragonesista Alfredo Boné, consideró que los presidentes de Murcia y Valencia "deberían haberse mostrado dialogantes mucho antes y no ahora que ven su causa perdida". Boné dijo: "En Aragón siempre hemos defendido el diálogo, con una condición irrenunciable: que no haya trasvase".