Dos jóvenes muertas, dos heridos graves, uno menos grave, once leves y dos personas cuyo estado de salud se desconocía anoche es el balance de una espectacular colisión en cadena registrada en la tarde de ayer en la autovía A-2, en dirección a Zaragoza y a su paso por el puerto de Cavero, en el término de Calatayud. 60 turismos y 15 camiones resultaron afectados en numerosas colisiones que se produjeron de forma sucesiva en varios puntos de esa vía. A las 23,30 horas, y tras permanecer varias horas cortada, la autovía se abrió al tráfico.Al menos catorce de los afectados se disponían a pasar la noche en dos hoteles de Calatayud.

35 personas necesitaron asistencia médica, aunque sólo 16 de ellas fueron trasladadas a los centros hospitalarios de Calatayud y Zaragoza.

Los hechos ocurrieron a las seis de la tarde. En aquellos momentos nevaba en este tramo de carretera y había una niebla muy densa, aunque todavía no se distinguían placas de hielo en el firme de la calzada.

A raíz del suceso, la carretera quedó colapsada con una fila de vehículos afectados que se extendía a lo largo de tres kilómetros. Esta situación también provocó otras pequeñas colisiones, sin heridos y sólo con daños en las carrocerías.

Al lugar del accidente se desplazaron en pocos minutos hasta ocho ambulancias, así como unidades de bomberos y de la Guardia Civil de Tráfico para socorrer a los afectados. Cerca del puerto de Cavero, a 760 metros de cota máxima de altitud, se dispuso de un paso alternativo, aunque las retenciones llegaron a ser de varios kilómetros.

Los servicios de socorro trabajaron en condiciones climatológicas muy adversas, ya que, además de la nevada, el frío y la niebla, también se levantó el viento.

Los bomberos tuvieron que cortar la chapa de dos turismos para rescatar a sus conductores, que finalmente fueron liberados sobre las 19.30 horas, siendo trasladados al Clínico.

El escenario del suceso era dantesco, y mientras se socorría a las víctimas, algunas personas acudían al lugar porque se habían enterado de que sus familiares estaban entre los afectados. "Nos ha llamado la novia de mi hijo desde el móvil. A su coche le han dado por la parte posterior y hemos venido a buscarla. Menos mal que no parece que esté herida", explicaba un hombre mayor.

Otra mujer, con restos de sangre en la boca, aunque no parecía revestir lesiones de gravedad, manifestó que el accidente se había producido con gran rapidez: "Mi marido ha tenido que frenar algo el coche para no empotrarse contra un camión que iba delante. En ese momento nos han embestido por detrás otros dos turismos y hemos quedado debajo del camión". Al parecer, su marido era una de las dos víctimas graves que habían quedado atrapadas en su vehículo.

Varios testigos señalaron que los coches no circulaban con velocidad excesiva, "ya que las condiciones atmosféricas no lo permitían", y atribuían el accidente al estado de la carretera y a la poca visibilidad de la zona. "He visto el accidente a cien metros, pero no he podido frenar, porque el coche se ha deslizado solo", manifestó un conductor, mientras otro afectado explicaba que forzó el choque con las vallas de protección para evitar males mayores.

Los conductores y viajeros que habían quedado atrapados en el tramo del accidente porque sus coches también habían sido afectados permanecían en el interior de sus vehículos a la espera de que acudieran para remolcar sus vehículos. No había grúas suficientes.

Sobre las once de la noche, la DGA informó de que todavía permanecían atrapados seis turismos en este tramo de carretera, aunque los bomberos trabajaban con rapidez. No había previsiones sobre cuándo quedaría expedita la carretera.