La estacionalidad del empleo no dio tregua en enero, un mes que tradicionalmente es negativo para el mercado de trabajo aragonés y que en esta ocasión se ha saldado con 2.779 parados más (+4,28%) respecto a diciembre, lo que deja la cifra total de desempleados en 67.635 personas, según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo en Aragón. No es el peor enero desde la recuperación económica, pero casi porque en el 2019 hubo 100 parados más. Y tampoco es la comunidad con las cifras más negativas, pero por poco, ya que solo Asturias y Cantabria obtuvieron peores datos en este arranque de año.

La inercia de la campaña de Navidad, la buena temporada de nieve y el comienzo de las rebajas no fueron suficientes para contener la herida del desempleo en enero. El sector servicios fue el que aglutinó prácticamente todo el paro generado en Aragón, ya que sumó 2.557 parados más. Mientras, en industria y construcción la pérdida de trabajo fue casi testimonial y solo la agricultura consiguió restar desocupados, pero solo en cuatro personas. Eso sí, el desempleo subió en las tres provincias.

Pese a todo, todavía queda el consuelo de que en Aragón hay menos personas sin trabajo que hace un año. En concreto, 1.424 parados menos (el 2,06%), pero el margen se va estrechando poco a poco y seguramente se agotará en los próximos meses, en los que el mercado laboral tiene un comportamiento negativo.

A eso se agarró la consejera de Economía, Marta Gastón, que vaticinó que, si no se produce «una hecatombe», la tasa de desempleo en la comunidad se reducirá este año hasta el 9% (hoy está ligeramente por debajo del 10%). Las bazas que esgrime la DGA son las previsiones de crecimiento, que rondarán el 1,9% a pesar de la desaceleración y las «buenas perspectivas de inversión», con proyectos ya en marcha y otros que dará a conocer pronto, según anunció. Respecto al comportamiento de enero, reconoció que es el peor mes del año para el empleo.

La otra noticia negativa de enero viene por el lado de la afiliación a la Seguridad Social. Aragón perdió 5.815 afiliados, lo que supone un 1,01% menos, aunque creció en 10.498 personas (un 1,87%) comparada con enero de 2019. Para Gastón esto se debe a que se sigue creando empleo, pero aumenta el paro intermensual porque aumenta la esperanza de muchos por encontrar trabajo, lo que hace que más personas se inscriban en las oficinas del Inaem.

ALTERNATIVAS DE FUTURO

En cualquier caso, el dato preocupa a los agentes sociales (empresarios y sindicatos), que ofrecieron distintas alternativas para combatir la estacionalidad del empleo en Aragón. Y en el centro del debate sigue emergiendo la conveniencia o no del aumento del salario mínimo. La patronal (CEOE y Cepyme) cargó con dureza contra esta medida y pidió «una reflexión» acerca de las medidas adoptadas por el nuevo Gobierno central como la derogación de la reforma laboral y posibles subidas de impuestos.

Bien al contrario, CCOO y UGT descartaron cualquier incremento del desempleo vinculado a esta medida y optaron por apuntalar sectores estratégicos en Aragón. Así, desde UGT exigieron activar mesas de negociación sobre política industrial, digitalización y transición ecológica para limitar, entre otras cosas, los efectos de la estacionalidad del mercado de trabajo, especialmente aguda durante el mes de enero.

La temporalidad sigue siendo uno de los grandes caballos de batalla del mercado laboral aragonés. De hecho, el pasado enero se firmaron 46.646 contratos, lo que supone un aumento del 8,78 % sobre diciembre, pero solo 4.850 fueron indefinidos (el 10,39% del total). El resto, 41.796 fueron temporales (el 89,61% del total). Otro de los escollos que hay que salvar es la brecha entre géneros, pues el 60% de los parados tienen nombre de mujer.

A finales de diciembre, 39.136 parados percibían algún tipo de prestación, el 57,86 % del total. De ellos, 23.219 recibían prestación contributiva, 13.991 subsidio, 1.925 una renta activa de inserción y 1 del programa de activación de empleo.