El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, forzó ayer una reunión de urgencia con el alcalde Pedro Santisteve, que le recibió a las 13.00 horas en su despacho, para exigirle que rectifique «de inmediato» el golpe de mano dado a las sociedades municipales en febrero y devuelva a la oposición a sus puestos de los consejos de administración. Pero que lo haga «antes de que el Tribunal Constitucional admita a trámite el recurso de inconstitucionalidad» presentado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Una «última oportunidad» al que le ofrece una «mano tendida», no un ultimátum, aunque «si no lo hace, que se olvide de hablar de nada con el PSOE».

En su mano está interpretarlo como prefiera, pero su argumento giró en torno a que «en política los plazos y tiempos no pasan dos veces» y si el tribunal suspende el artículo por el que ejecutó el 9-F, hace hoy seis meses, estará obligado a rectificar y no será una decisión política. Santisteve se convertiría, dijo, en «un alguacil de la justicia», más que en un alcalde con voluntad de pensar en la ciudad y salvar lo que queda de «maltrecho mandato». Porque Zaragoza «sigue sin timón», expuso Pérez Anadón, que consideró «imposible que siga oculto en su despacho» y gobernando desde la «lejanía». «Si espera el alcalde, se habrá colocado en la insumisión política y democrática», añadió.

En este sentido, el concejal socialista le pidió a Santisteve que «deje de hacer chiquilladas» y que abandone el discurso de que hay socialistas «buenos y malos», en referencia a sus críticas de ayer al presidente aragonés Javier Lambán como instigador del recurso de inconstitucionalidad, un «vuelo gallináceo» que, en su opinión, no responde a todo lo que la DGA y el líder socialista ha hecho por Zaragoza, y que «pronto tendrá que volver a sacar la cara» por ella, avanzó. Y que el alcalde arremeta contra él es «no saber en qué sillón está sentado», apoyado por el PSOE, y obedece a esa estrategia «escapista» y «encallada en posiciones antidemocráticas» que le exigió ayer abandonar.

Sobre todo porque, añadió, esta decisión que ya dura seis meses, apenas ha contribuido a que mejore la gestión en las sociedades municipales. «El análisis no resiste el más mínimo contraste», dijo, entre «cómo se ha hecho con normalidad democrática y como se hace desde el autoritarismo». En este sentido, criticó que solo sirviera para el cese de dos gerentes a la vez que predomina la ineficiencia en la gestión, los retrasos en la elaboración de pliegos de contratos que van a vencer y, de manera muy somera, alertó de que se están produciendo «perdsecuciones, amenazas y denuncias a trabajadores de esas sociedades». Pero no quiso explicar de qué se tratan, solo hacer constar de que «sí han existido».

A todo esto, Santisteve se aferró a los informes jurídicos que anunció haber solicitado a los letrados municipales y a que la decisión llegará entonces. En una reunión a la que, sorprendentemente, no fue invitada Chunta.

En paralelo, la concejala del PP María Navarro lamentó en un comunicado la actitud «prepotente y soberbia» mostrada por Santisteve en su reaparición y mostró su preocupación ante la «ausencia de autocrítica» y «su negativa a rectificar». Así que le pidió lo mismo que Pérez Anadón, que «reflexione, piense en la ciudad y recupere la normalidad democrática en los organismos públicos sin esperar la admisión a trámite del Constitucional». Y le recomendó que «olvide sus teorías conspiranoicas y asuma el cumplimiento de las leyes».