--¿Se esperaba la propuesta de ser pregonero de las Fiestas del Pilar?

--No me la esperaba para nada. Estoy muy abrumado porque considero que los periodistas no debemos ser noticia, pero pasado ese primer impacto, cómo voy a decirle que no al alcalde y a la ciudad de la que estoy enamorado.

--¿Qué significa para usted realizar el pregón?

--Es una oportunidad para decirle a la ciudad lo que siento porque me encanta el lugar donde vivo. Tengo una idea que me ronda la cabeza y es aunar a Zaragoza y Aragón en el pregón porque soy muy crítico con el recelo que parte de Zaragoza tiene contra Aragón y el que algunos aragoneses tienen contra la gran ciudad. La capital es el activo más importante que tenemos y representa la modernidad de toda la comunidad. Es la madre de una familia numerosa, no la madrastra.

--Es un premio a su trayectoria y a la de Radio Zaragoza

--Es un premio para la profesión y todos los periodistas que lo están pasando tan mal. Un reconocimiento en unos tiempos difíciles por la precariedad y lo difícil que es ejercer esta labor. Además, es una recompensa para una radio que siempre ha estado muy próxima a los ciudadanos como por ejemplo con Estudio de guardia que lleva unos 30 años transmitiendo los problemas de la gente e intentando solucionarlos.

--Javier Coronas salió con una americana de cachirulo y Labordeta lo anunció con una trompetilla. ¿Tendremos alguna sorpresa?

--Yo soy muy clásico y soy un gran aficionado al fútbol, aunque no voy a salir vestido de futbolista. Saldré normal, como me siento más cómodo, con un vaquero y una americana, expresando la importancia que Zaragoza tiene para Aragón y viceversa.

--¿Va a buscar algo de inspiración?

--Volveré a leer el pregón que dio José Antonio Labordeta porque es algo que me apetece mucho. Fue muy emotivo y expresó su sentimiento. Pero seré yo mismo a la hora de subirme al balcón y expresaré lo que me transmite esta ciudad que como a tantos aragoneses nos ha acogido.

--¿Qué espera de las fiestas de este año?

--Me preocupa que sean unas fiestas marcadas por la crisis económica, pero también sé y estoy seguro que en momentos de crisis surgen los mejores valores de las personas y la sociedad. Zaragoza es muy solidaria y es un buen momento para ayudar a la gente que lo pasa peor y protegerlos. Además, también quiero ser esperanzador porque hay que creer en nosotros mismos y animar a la gente imaginativa de Aragón a salir de esto.