Justo en el momento que se inició el tiroteo en el interior del barrio de Leganés Norte, la policía activó la operación Jaula y cerró todos los accesos y salidas a este municipio vecino de Madrid. Tras el atentado terrorista, el dispositivo se amplió a la capital y, a lo largo de la noche, a toda la comunidad de Madrid. La policía no ha bajado la guardia en ningún momento. Desde ayer y hasta nuevo aviso, los controles policiales se organizan de manera aleatoria en las vías de acceso y salida de la capital.

Tampoco se ha relajado el control sobre las vías del tren, especialmente del AVE. El Ejército se mantiene desplegado a lo largo de toda la red ferroviaria y se siguen vigilando de manera muy concreta puntos especialmente sensibles como centrales nucleares, eléctricas y embalses.