Era un día extraño para anunciar una crisis de Gobierno: coincidiendo con la boda de los príncipes de Asturias y con el presidente aragonés, el socialista Marcelino Iglesias, luciendo chaqué en la catedral de La Almudena. Los decretos para cesar a María Teresa Verde, trasladar a Larraz y ascender a Noeno en Sanidad estaban firmados desde el viernes y según fuentes del Gobierno los cambios iban a hacerse públicos el lunes. Pero alguien habló antes de hora y el anuncio se adelantó.