Las motas de los municipios de la ribera baja del Ebro no han aguantado la presión que ejerce el río y se fueron rompiendo a lo largo del día. La punta de la crecida se espera que llegue mañana y ya hay miles de hectáreas de campos de cultivo anegadas y varias casas y granjas desalojadas y rodeadas de agua.

El único casco urbano que peligra en este tramo del río es el de Pina. El ayuntamiento estudia hacer hoy un simulacro de evacuación para que todos los dispositivos estén listos en caso de ser necesario.

Las defensas de Pastriz, Nuez, Alfajarín y Villafranca fueron rebasadas por el agua, lo que obligó a desalojar varias viviendas aisladas y alguna granja.

En Quinto, donde ayer se trabajó a contrarreloj para reforzar la defensa, por la tarde ya había unas 800 hectáreas inundadas y se prevé que el agua cubra alrededor de 2.000 de las 3.5000 hectáreas de cultivo que hay en la localidad.

En Villafranca la situación no era diferente. El alcalde, Roberto González, informó de que solo se pudieron desalojar unos 400 de los 1.400 cerdos que tiene la granja de la localidad. Además, por la tarde un grupo de animalistas se encerró en las instalaciones para denunciar que los propietarios habían abandonado a su suerte a los tocinos. Y nada más lejos, recalcó el primer edil, que aseguró que se había hecho todo lo posible por rescatarlos, pero la rotura de la defensa había acelerado los plazos. Una urbanización perteneciente al término municipal de Villafranca, entre el Burgo y Fuentes, tuvo que ser desalojada ante el aumento del caudal, que rodeó las casas.

En Nuez de Ebro varias viviendas y granjas fueron anegadas, pero habían sido previamente desalojadas. Por la tarde más de 800 hectáreas de cultivo fueron devoradas por el río y se espera que la cifra supere las 1.000.

En Pina de Ebro los vecinos llevan días vigilando el río con nerviosismo porque saben que su casco urbano peligra, muy cerca del cauce. Ya sucedió en el 2015, cuando estuvieron durante horas en vilo a la espera de si era necesario evacuarlo. Antes las altas probabilidades de que la situación de hace tres años se repita, la alcaldesa de Pina, Marisa Fanlo, explicó ayer que se prevé realizar un simulacro de evacuación para que Bomberos, Guardia Civil, Protección Civil y, sobre todo, los vecinos estén preparados y coordinados en caso de que sea necesario hacerlo el lunes, cuando se prevé que llegue la punta, o el martes por la mañana.