El PP quiere la cota máxima de Yesa. Y lo ha defendido con fuerza hasta ahora. Pero no quiere quedarse atrás si Aragón es capaz de conjugar un nuevo consenso hidráulico. Y está dispuesto a hablar, a no ser un obstáculo. Siempre y cuando se recuperen de algún modo los 500 hectómetros cúbicos que se pierden con la rebaja y que la alternativa sea viable técnica y jurídicamente.