Unidas Podemos centró su mensaje electoral de ayer en la sanidad y lo hizo para advertir que «nuestro modelo está dejando de ser público, universal y equitativo». La candidata al Senado de Unidas Podemos por Teruel, Peña Martínez, anunció que la coalición «es la única fuerza que se compromete a defender y mejorar la calidad de uno de los pilares del Estado de Bienestar: la sanidad pública».

Como ejemplo, Martínez recordó que en Aragón se ha privatizado «el Banco de Sangre y Tejidos o el transporte de enfermos o el Salud Informa». Para la candidata al Senado, derivar a pacientes de hospitales públicos a privados es una forma de «privatización encubierta».

Para salvar esta situación, Unidas Podemos considera que los recursos deben ir destinados a mejorar el sistema público de salud incrementando el presupuesto estatal para sanidad pasando del 5’6 actual al 7%.

Además, Unidas Podemos apuesta por la universalidad. «No se ha desarrollado un reglamento que aterrice el proceso por el cual las personas extranjeras puedan acceder al sistema de salud con plenas garantías de igualdad», denunció Martínez, en referencia a la medida del PSOE de derogar la anterior del PP que impedía el acceso a la atención primaria y especializada a las personas extranjeras residentes en España.

Aprovechó la ocasión para criticar que el sistema nacional de salud no es equitativo, desde el momento en el que la cartera de servicios en el medio rural y en la ciudad es diferente. Es lo que sucede en Teruel, donde se encuentra con dificultades que hacen que la mejora y la inversión en el servicio público sea más importante. La dispersión, la despoblación, o la población envejecida repercuten de forma negativa en el desarrollo de la labor de los profesionales sanitarios públicos.

El principal problema tiene que ver con la plantilla, insuficiente para atender un territorio tan amplio y con unas necesidades tan diversas. Además de que no se cubren las plazas que se quedan libres o los periodos vacaciones, la precariedad del personal sanitario se fundamenta en los contratos eventuales, lo que provoca que en muchos casos los médicos renuncien a trasladarse hasta Teruel o hasta algún centro comarcal, dado que las condiciones no son nada atractivas.