Zaragoza tiene un exceso de intersecciones semafóricas, 520, cuando las necesidades de una ciudad se estiman en 300 (una por cada 2.000 habitantes), pero las existentes están mal distribuidas, señaló ayer Antonio Ramos, ingeniero jefe de Movilidad Urbana del ayuntamiento de la capital aragonesa. Ramos participó en una mesa redonda sobre la nueva normativa de tráfico organizada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la Policía Local de Zaragoza.

Según el ingeniero jefe, "los semáforos no siempre se colocan donde son necesarios, sino donde decide la presión social y política. Hay lugares, como los alrededor del colegio Moncayo, en la calle de Condes de Aragón, o el Polígono Universidad donde hay un déficit de este tipo de señales. Sin embargo, en los presupuestos de la ciudad para este año se eliminó la partida para semáforos porque no había dinero".

Ramos explicó que en la capital aragonesa se producen 1.600.000 desplazamientos de personas (42%) y vehículos (58%) diarios y se estima que en 20 años se alcanzarán los 2.200.000, "un crecimiento que la ciudad no podrá soportar si no se busca antes un nuevo sistema de transporte público". Se entiende por desplazamiento un recorrido de al menos un kilómetro o de diez minutos.

En su opinión, la ciudad no soportaría que se pusiera en funcionamiento todo su parque móvil a la vez (320.000 vehículos) y que su red viaria quedaría colapsada con un incremento del 20% sobre la circulación actual, cifrada en 170.000 vehículos como máximo. Recordó que hay zonas sobresaturadas de tráfico, como la plaza de Paraíso, por donde pasan 60 millones de coches al año.

Alrededor de 120 policías locales de toda España se han inscrito en las jornadas que ayer comenzaron en Zaragoza con el objetivo de estudiar y debatir las novedades de la normativa de Tráfico y su aplicación por las corporaciones locales, cuya primera reunión se celebró ayer en sesiones de mañana y tarde.

Además de Ramos, en la mesa redonda intervinieron Ana Ferrer Dufol, profesora del área de Toxicología de la Universidad de Zaragoza; Alberto Iglesia Puya, ingeniero superior industrial; y Manuel Solanas Lafuente, intendente de Tráfico y Policía Judicial de la Policía Local de la capital aragonesa.

Tanto los ponentes como los asistentes coincidieron en que la nueva normativa adolece de lagunas y contradicciones y presenta dificultades para una aplicación homogénea en todo el territorio nacional, en asuntos cono la obligatoriedad de medios especiales de sujeción de los ocupantes, la conducción tutelada o las excepciones en el uso del cinturón.

Las jornadas, programadas hasta el miércoles, cuentan para hoy con un programa dedicado a la investigación de accidentes y los delitos contra la seguridad del Tráfico, con ponencias de Pablo Rodríguez, jefe de Coordinación Técnica de la Policía Local de Madrid, y Mauricio Murillo, juez decano de Zaragoza, entre otros.