Un estudio de la Universidad de Barcelona y otros organismos ha detectado la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos en el cuerpo de las gaviotas del Mediterráneo. Podrían haberse infectado por bacterias de origen humano, dado que suelen alimentarse en basureros.

Las gaviotas son una de las principales aves silvestres que alojan Campylobacter y Salmonella, dos bacterias intestinales resistentes a los antibióticos más relevantes que causan gastroenteritis en humanos. Por tanto, según un artículo publicado en la revista Science of the Total Environment, las gaviotas podrían actuar como indicadores de la presión de los antibióticos en el medio ambiente.

El estudio ha sido realizado por expertos de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación en Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, ??y del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA).

Las bacterias resistentes a los antibióticos representan un grave problema para la salud humana y otras especies, ya que pueden dificultar el tratamiento de las infecciones bacterianas. Según los expertos, la fauna silvestre es un reservorio de cepas de bacterias resistentes y multirresistentes y, en particular, algunos animales ?por ejemplo, las aves? tienen una gran capacidad para diseminarlas por el medio con sus movimientos locales y migratorios.

“Las gaviotas se están acostumbrando cada vez más a buscar comida en zonas urbanas o en vertederos, donde encuentran muchas sobras. Por tanto, es probable que estas se infecten por bacterias de origen humano”, apunta el profesor Jacob González-Solís Bou, responsable del Grupo de Aves Marinas Ecología y miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales y del Instituto de Investigación en Biodiversidad (IRBio) de la UB.

Además, las gaviotas propagan estas bacterias por diferentes puntos del territorio con sus movimientos locales y migratorios, favoreciendo que estas bacterias resistentes se muevan por el medio de forma permanente. En general, estas bacterias no son peligrosas para las gaviotas ni para la vida silvestre, aunque se han detectado ciertos brotes de salmonelosis que provocaron la muerte de colonias de aves (en Estados Unidos).

«Es fundamental estudiar la presencia de bacterias resistentes en la fauna silvestre considerando un enfoque de salud única, principalmente en estos casos de patógenos que pueden afectar tanto a animales como a personas», concluyen los expertos.

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