Entrado el verano, muchas familias optan por buscar unas vacaciones donde sus hijos estén entretenidos y aquí el Pirineo aragonés se abre como primera opción. La cordillera aragonesa cuenta con distintas zonas donde los más pequeños de la casa pueden disfrutar de un entorno único y al aire libre. La práctica de actividades deportivas o la visita a zonas con animales son algunos de los destinos preferidos por las familias para pasar un buen rato junto a sus hijos.
Parque Faunístico Lacuniacha
Enclavado en un entorno privilegiado, rodeado por las imponentes montañas del Pirineo y en pleno valle de Tena, se encuentra este magnífico bioparque donde los más pequeños podrán disfrutar de un lugar único en la zona. Lacuniacha alberga en sus más de 30 hectáreas a 120 animales de 15 especies distintas. Los niños podrán ver en su hábitat natural a especies autóctonas del Pirineo como osos, lobos o linces. Si sois amantes de la naturaleza, esta visita es indispensable para disfrutar de un paraje único en toda la cordillera pirenaica aragonesa.
Tirolina del valle de Tena
Los deportes y actividades extremas cobran una gran importancia en los meses de verano en el Pirineo aragonés. En la localidad de Hoz de Jaca, a más de 1.280 metros de altitud, se encuentra la tirolina más larga y alta de Europa. Esta atracción de vértigo es uno de los principales atractivos turísticos de la zona en los meses de verano. Para vivir una experiencia 360, la actividad ofrece saltos nocturnos tanto con luna llena como nueva. Además, esta tirolina es la única en toda España en la que se pueden montar personas con cualquier tipo de discapacidad.
Visita a la cueva de las Güixas
Situado en la base del macizo del Collarada, la visita a esta cueva es una experiencia muy recomendable tanto para niños como para los más mayores. Esta caverna está condicionada para poder realizar visitas en su interior. Conforme vayáis caminando por ella podréis observar un paisaje de ensueño marcado por la presencia de estalactitas, el sorpréndete vuelo de los murciélagos o las formaciones provocadas por el agua. Con el paso de los años, esta cueva de roca caliza nos ha dejado un espectacular paisaje subterráneo.
Disfrutar del pantano de Lanuza
Además de acoger el Festival Pirineos Sur cada verano, uno de los imprescindibles en el cartel musical aragonés, el embalse de Lanuza es otro lugar ideal para que los niños puedan disfrutar junto a sus familias de actividades acuáticas y de un baño en un pantano de aguas tranquilas. De este modo, en las aguas del río Gállego se puede transitar en canoa o kayak, hacer piragüismo o windsurf.
Visita al valle de Ordesa
Uno de los lugares que no puedes perderte si quieres disfrutar del Pirineo es el valle de Ordesa. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es sin duda, con sus más de 100 años de historia, uno de los atractivos turísticos de la provincia oscense. Miles de turistas acuden durante todo el año a descubrir esta maravilla natural que hace sentir la magia de la naturaleza. Se trata tal vez de la región más espectacular de todo el Pirineo, con sus profundos cañones, altas cumbres, imponentes cascadas, bosques centenarios y una variedad de paisajes difícil de encontrar en otras zonas de la cordillera. Existe una ruta circular de 2,5 horas de duración que se puede realizar con niños o la clásica excursión a la Cascada de la Cola de Caballo.
