Hoy, amable lector, estoy dispuesto a escribir de cualquier cosa, salvo de la guerra. Porque son tantas las opiniones que usted ha leído, visto y escuchado, más la suya propia (la más importante), que sería un absoluto aburrimiento. Y total, todo lo que tendría que decir es que no son ciertas las encuestas que afirman que el 90% del pueblo español está en contra de la guerra de Irak; no creo que sea necesario desplazar a la calle a una legión de encuestadores, tabular los datos, etc., para poder decir que el 99,99% estamos en contra de la guerra y que nos encantaría otra solución. Sentado esto, también está claro que nos preocupa el temor con que vivimos y alguna solución tendrá que haber, digo yo. Y por último, y dado que no quiero hablar del asunto, será preciso recordar que hay dos temas que jamás ningún gobierno somete a referéndum, porque no saldrían adelante: los impuestos y la defensa nacional. Por lo tanto, si Rodríguez Zapatero va a ganar las próximas elecciones sobre la ola de contestación popular, que tenga bien presente que las cañas acostumbran a tornarse lanzas, y que la responsabilidad es la primera obligación de un político.

*Abogado