EXQUISITAVERBORREA

Ni harto de vino conseguiría ser más maleducado Valcárcel que cuando defiende el trasvase del Ebro. Su incontinencia verbal es tal, que cualquier moscatel podría darle lecciones de estilo para que su estulticia y su mala baba no salpicaran tanto. Claro que su desafortunado lenguaje es la consecuencia de la exquisita verborrea que viene utilizando el Gobierno y algunos distinguidos miembros del PP para justificar el trasvase y atacar a quienes lo rechazan. Primero repartieron estopa a los aragoneses, ahora les toca a los catalanes en la figura de su president .

Fue un ministro quien levantó la veda al sentenciar públicamente que el trasvase sería un paseo militar y que se haría por cojones. Con Arias Cañete de rompedor no tardaron en aparecer los triunfitos de su partido con un cargador de insultos, y Marcelino Iglesias fue "bolchevique" un día para convertirse en "fascista" al siguiente. Era tan desbordante la capacidad de insulto que el portavoz del PP llamó a los aragoneses "egoístas aldeanos", sin pensar que sus abuelos iban en el mismo paquete. Zaplana llegó a levantar la voz para advertir que se le "podía acabar la paciencia" y el entonces ministro Matas incluso habló de "traición". En medio de tanta paranoia verbal, el inefable Valcárcel intentó ridiculizar a Iglesias: "Este no se ha enterado de qué va", dijo aludiendo al puesto que el presidente aragonés ocupaba en la dirección del Comité de las Regiones. "Cuando se entere tendremos más agua en el trasvase, porque va a llorar más que Bustamante". Ahora a Valcárcel le ha dado por el vino.