Antes de nada: leer el libro de Aloma Rodríguez París 3 que esta tarde se pesenta en Antígona: Erasmus + sexo + Zaragoza + Europa.

Ahora: ¿Está desapareciendo el guiñote? Este es un tema para investigarlo. ¿Qué hace la Universidad? ¿Qué credito(s) tiene un rector que es --según confiesa-- el último en enterarse del último pelotazo urbanístico basado precisamente en la propia Universidad? ¿No debería ser, por definición, el mejor y el más enterado? Si el rector no es el más enterado es que la Universidad no cumple su función. En fin. Hay indicios graves de que en los juegos de cartas el rabino puede estar desbancando al guiñote. Como el guiñote es --era-- el juego de Aragón, aquí hay un tema etnológico de primera first clase para la multitud de organismos y asesorías dependientes de la recién estabilizada Autonomía.

De todas formas ya era hora (de) que se estabilizara un gobierno autónomo, descentralizado y con recursos. Aunque esos recursos sirvan en la primera época (ésta) para despilfarrarlos sin control (es normal). Al natural atraso aragonés (por el bien de España) hay que sumarle la desidia autóctona o nativa por consolidar un cierto poder local o autonómico. Por primera vez en la Historia tenemos la posibilidad (cierto es, remota) de gestionar con relativa proximidad una parte relevante de recursos --educación, sanidad, cortafuegos, caminos

a) quien es su jefe directo;

b) qué se espera de ellos/as exactamente.

¿Acaso no hay aquí un tema con suficiente enjundia como para entretener y aún aumentar semejante volumen de masa encefálica? ¿Se puede permitir Aragón semejante desperdicio de I+D? Es más: si Aragón pierde el guiñote, ¿qué le queda?

Periodista y escritor