Los trabajadores y la dirección de la planta de General Motors en Figueruelas pueden tener la oportunidad de apurar las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo presentado por la multinacional y que ya está en manos de la autoridad laboral. La plantilla ha demostrado en innumerables ocasiones su cintura para la negociación, pero la compañía debe también hacer un esfuerzo por acercar posiciones. De entrada, la prórroga del plazo que se amplía hasta el día ocho de enero para conocer el resultado de la reunión europea de las plantas que dirige Carl Peter Foster deja abierta la posibilidad del acuerdo. Una perspectiva que debe contemplar con mayor conocimiento de causa el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, cuando insiste tanto en ella. De otra forma será su Dirección General de Trabajo la que deba decidir. Y aún reconociendo la caída de ventas y las perspectivas del sector, no podría obviar que su Gobierno acaba de avalar a la firma con 200 millones de euros.