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Lectores

POLÍTICA

El nuevo gobierno

José Luis Cabez Marco, Zaragoza

Después de dos meses podemos ya analizar las primeras valoraciones del Gobierno de Rajoy. Pese a su corto currículum se aprecia en varios ministros un cierto afán revanchista y un deseo casi pueril de protagonismo reformista que parece más obsesionado en llevar la contraria a los anteriores gobernantes que en gestionar con racionalidad.

Además, con sus continuas contradicciones y discrepancias semejan a una polifónica desafinada, que en muchos casos ha superado al peor gobierno de Zapatero.

Mención especial requiere el ministro de Educación, José Ignacio Wert, que bate todos los récords. Recuerda a la salida de los toros de los chiqueros. Empezará por retocar el nombre de Educación para la Ciudadanía y eliminará la educación en valores, que es su contenido principal. Cito palabras de José Bada en un reciente y magnífico artículo en este periódico:

"La Educación para la Ciudadanía tiene como objetivo favorecer el desarrollo de personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la dignidad personal, la libertad y la responsabilidad y la formación de futuros ciudadanos con criterio propio, respetuosos, participativos y solidarios, que conozcan sus derechos, asuman sus deberes y desarrollen hábitos cívicos para que puedan ejercer la ciudadanía de manera eficaz y responsable".

Pues bien, el ministro parece que no se ha enterado de ello. Todos conocemos a personas sobresalientes en el mundo de las ciencias, letras, artes, deportes, etc., cuya vida personal ha sido un verdadero desastre. O sea que solo unos expedientes académicos brillantes no garantizan el éxito en la vida profesional y la felicidad personal.

El señor Wert tiene en su haber meteduras de pata en sus declaraciones sobre la tauromaquia en Francia y ha sorprendido su insinuación de subvencionar las corridas de toros. Y luego el más sonado: anular de improviso los temarios de oposiciones dejando a millares de opositores rechinando después de meses de preparación, lo cual es un despropósito por jugar con la esperanza de mucha gente.

Alega que eran insuficientes y los sustituye por otros de 1993 y 1996, que no incluyen las nuevas tecnologías. O sea, temarios de ayer para necesidades educativas de hoy. Vaya marcha.

Creo sinceramente que va a ser un ministro instalado en la polémica y en la provocación.

DERECHOS HUMANOS

Valencia, violencia

Javier Torres Sanz, Zaragoza

Estoy de acuerdo con Fabra con pedir el fin de la violencia en Valencia, que desacredita a la Comunidad y a España.

Pero la violencia es la ejercida por su desgobierno, incluso abriendo la cabeza a golpes, con policías cubiertos por un ilegal y cobarde anonimato, a unos adolescentes que protestan por su muy disminuidas posibilidades de estudiar, debiendo incluso ir a clase con mantas.

Y esto, mientras la Comunidad valenciana se gasta cientos de millones de euros en aeropuertos sin aviones, carreras de autos y corrupciones sin cuento.

Contra esa violencia insoportable de un poder abusivo y corrupto, no sólo los jóvenes valencianos, sino todas las personas de bien, amantes de nuestro país, debemos luchar hasta que se restaure un orden más democrático, que respete los derechos humanos.

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