La presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi, justificó ayer en las Cortes la derivación a la sanidad privada de miles de operaciones, especialmente de cataratas y prótesis de rodilla, en que a la gente lo que le interesa es que la operen rápido y gratis. De entrada, de rápido nada, porque la derivación se ejecuta para despejar las listas de espera que, con su Gobierno, alcanzan cifras y demoras récord. Y de gratis, ni mucho menos, se paga con los impuestos de todos, que un gestor público debería invertir en la sanidad que administra, no en la que justifica su actividad por el beneficio.