El Gobierno ha llegado a la conclusión de que a los pensionistas les sobra el dinero. Como es sabido, diversos estudios demuestran que son muchos los jubilados los que sostienen a las familias de sus hijos asegurándoles la alimentación básica, comprando los materiales escolares a sus nietos y pagándoles el comedor para el que ya no tienen beca y por último acogiéndoles de nuevo en su propia casa porque les desahuciaron y con el paro no pueden pagar un alquiler o sencillamente ya no cobran ni el IAI. Los vínculos familiares son los que en gran medida constituyen una red de apoyo que está impidiendo el incremento de la pobreza extrema y por último, de la conflictividad social. Pues nada, solución urgente: como les sobra el dinero, tijeretazo a las pensiones y se acabó el cachondeo. Los pensionistas pueden ser más austeros y sus hijos y sus nietos, que se busquen la vida, que vayan a Cáritas. Ese es su modelo. 33.000 millones menos en los próximos nueve años que se ahorrará el Estado. Hay que sumar lo que ya se ha ahorrado el Estado en medicamentos, pasándoles la factura a los pensionistas. Así cualquiera ahorra. Es una manera genial para disminuir los gastos y además presumir de buena gestión. ¿Cuál será la próxima? ¿Cuál es la capacidad de aguante de los pensionistas y de los familiares que dependen de ellos? ¿No protestan? Pues nada, duro con ellos. Ese es su objetivo. ¿Con el voto de quien? Y luego dicen que la protección de la familia era una de sus prioridades. Pues menos mal.

Profesor de universidad