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El día en que la Tierra dejó de ser plana

La expedición de Magallanes y Elcano inició su periplo de circunnavegación hace 500 años

Auspiciada y patrocinada enteramente por España, la primera circunnavegación del Globo (1519-1522) fue iniciada por el marino portugués Fernão de Magalhães (1480-1521) y completada por el español Juan Sebastián Elcano (1476-1526). La expedición partió de Sevilla el 10 de agosto de 1519, integrada por cinco naos: Trinidad, Victoria (la única que completaría la circunnavegación, capitaneada por Elcano), San Antonio, Concepción y Santiago; todas ellas navegando siempre rumbo a occidente, y bajo el mando general e inicial de Magallanes, acompañado de su joven y fiel esclavo, Enrique de Malaca, que nació en torno a 1495 en una aún ignorada isla del sudeste asiático. Completar la vuelta al mundo no fue, sin embargo, el propósito del genial navegante portugués, sino el de llegar hasta las islas Molucas (archipiélago de Indonesia conocido entonces como las islas de las especias o Las especierías, imprescindibles en aquel tiempo en Europa para la conservación de los alimentos) a través de una ruta nueva: navegando siempre hacia occidente, hacia el Nuevo Mundo recién hallado por Colón.

Y si el marino luso propuso la realización de este viaje al rey de España, Carlos I, fue solo después de que el de Portugal, Manuel I, hubiera rehusado patrocinarlo, temeroso de que, en el caso de verificarse una nueva ruta de navegación hasta Las especierías, aquella pudiera determinar que las islas Molucas estuvieran dentro del área de influencia española, establecido -el 7 de junio de 1494- en el Tratado de Tordesillas. Dicho acuerdo, firmado entre Portugal y España, y auspiciado por Alejandro VI (el célebre y controvertido papa Borgia) estipulaba el reparto de los descubrimientos mediante una línea divisoria del Océano Atlántico, delimitando aguas jurisdiccionales y líneas de navegación excluyentes para españoles y portugueses.

Pero Magallanes fue abatido el 27 de abril de 1521 en el transcurso de una batalla en la isla filipina de Mactán, y tras su muerte, su joven esclavo Enrique de Malaca, frustrado por no haber sido manumitido por los expedicionarios, tal y como el almirante portugués le había prometido que sucedería tras su muerte, conspiró con el rey de la isla de Cebú contra los que hasta entonces habían sido sus compañeros de travesía, treinta de los cuales -todos españoles- fueron asesinados por su acto de traición. A partir de aquel momento no se volvió a saber nada de su vida, si bien algunos historiadores consideran a Enrique de Malaca como la primera persona que dio la vuelta al mundo. Se basan en que, tras haber llegado a Europa desde Las especierías a través de la ruta oriental de navegación abierta por los portugueses, regresó a aquellas islas como miembro de la expedición Magallanes-Elcano, la primera que llegó a las Molucas por el lado contrario. En cualquier caso, Enrique de Malaca completó su travesía en dos viajes, y con un amplio intervalo de años entre ambos, y no en uno solo como sí sucedió en el caso de Juan Sebastián Elcano y sus compañeros que culminaron el periplo.

Porque fue el navegante español quien asumió el mando de la expedición a la muerte de Magallanes, y tras una verdadera odisea y más de tres años de navegación, completó milagrosamente la primera vuelta al mundo, llegando a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522. Elcano arribaba a puerto como capitán de la Victoria, el único barco supervivente de la expedición, y con una muy menguada tripulación, integrada por tan solo 18 marineros, (entre ellos dos italianos, uno de los cuales fue Antonio Pigafetta, cronista de la expedición, junto con un portugués, un alemán, cuatro griegos y diez españoles procedentes de las Vascongadas, Galicia, Cantabria, Andalucía y Extremadura) de los 239 que inicialmente habían zarpado desde Sevilla.

Pero a Elcano aún le deparaba una última sorpresa. Y así, como si hubiera sido la Victoria una máquina del tiempo el intrépido navegante español comprobó asombrado que habían perdido un día durante el tiempo invertido en la circunnavegación. Hecho debido a que la expedición había navegado siempre hacia occidente. Justo lo contrario de lo que le ocurre al Phileas Fogg (protagonista de La vuelta al mundo en 80 días, novela publicada por Julio Verne en 1872), quien gana uno de los 80 días que emplea en dar la vuelta al mundo porque viaja siempre hacia el este.

A partir de la gesta de Magallanes y Elcano la Tierra había dejado de ser plana y el azulado mar de la redonda Tierra pasó a proyectarse, con el desarrollo de las ciencias, hacia una nueva era de los descubrimientos que tiene su continuación en el cielo azul que nos cobija y en el deslumbrantemente negro universo, cuyos apasionantes misterios aún tiene la Humanidad el maravilloso reto de descubrir. H *Historiador y periodista

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