Noticia insólita, el país del mundo con mayor proporción de mujeres inventoras es Togo y le siguen Uganda, Letonia, Liberia, Ruanda, Cuba, Botsuana… Lo destapa un reciente informe de la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido. En Togo, más de la mitad de las patentes registradas entre 1998 y el 2017 fueron realizadas por mujeres. Mientras, en Estados Unidos o Reino Unido, donde se supone un mayor grado de integración de la mujer, apenas llegó al 10%. El año pasado, las patentes realizadas por mujeres en todo el mundo alcanzaron el 13%. En España, según la Oficina Española de Patentes y Marcas, en la última década fueron del 8%. En 1968 tan solo registraron cinco inventos, en el 2006 ya eran 168, pero en el 2016 bajaron a 111. Nos hemos estancado. Esto choca con el dato de que en España el 39% de los investigadores son mujeres, cuatro puntos por encima de la UE. La conclusión es clara, en los países desarrollados se utiliza a la mujer para avanzar en las investigaciones, pero a la hora de sacar rendimiento económico y darles protagonismo, se las desplaza. Ahora que Miguel de Unamuno está tan de moda, viene a cuento recordar que minusvalorar la innovación ha sumido a nuestro país en la excelencia de servir copas y tapas, montar festejos y hacer camas. Parafraseando al personaje hoy vendría a decir: «Que inventen, pues, ellas y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones. Pues confío y espero que estarás convencido, como yo lo estoy, de que la luz eléctrica alumbra aquí tan bien como allí donde se inventó». Efectivamente, excelentísimo rector, pero lo interesante es saber quién se queda con los beneficios de la factura de la luz. Por cierto, lo de dar a luz, de momento sigue siendo monopolio femenino. Se ponga como se ponga Ricky Martin. H *Escritor