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SALA DE MÁQUINAS

Juan Bolea

Putin, en su castillo

La literatura rusa contemporánea está llena de rebeldes, anarquistas, revolucionarios que intentaron derribar a los zares, primero, y a los comunistas, después.

Nunca lo consiguieron. Uno tras otro fueron abatidos por los fusiles y policías del poder. De la represión zarista no se sabe el número de víctimas a ciencia cierta, pero sus cárceles estaban llenas. En uno de los penales de Siberia fue encerrado Dostoievski, acusado de atentar contra el zar… De Stalin tenemos datos que lo presentan como el mayor asesino en serie de la historia, no en vano ordenó liquidar a 20 millones de compatriotas, bastante por encima de Hitler, que sería la segunda bestia, con permiso de Mao y de Pol Pot.

Todos ellos habitaron fastuosas residencias y secretos búnkeres, como el que ahora acaba de conocerse perteneciente a Putin en el Mar Muerto.

Un palacio descomunal con toda clase de lujos, desde pista de hockey hielo a salón de espectáculos, casino, gimnasio, invernaderos y playas. De todo, menos biblioteca. ¿Para qué, si no lee nada?

Allí descansa el presidente ruso después de ser debidamente informado del envenenamiento o encarcelamiento de su opositor Navalny, del aparente suicidio de la periodista Politkòvskaya (se sospecha que el régimen ha asesinado a 58 reporteros más), de los interrogatorios, detenciones, presiones aplicadas a sus restantes opositores, cada vez menores en número y en votos, gracias a su implacable persecución.

Como antiguo espía del KGB, Putin piensa que el mejor enemigo es el adversario muerto, pero también hay que disfrutar de la vida, y por eso se relaja, se refugia en su castillo, jugando a las tragaperras, disfrutando con la actuación de hermosas bailarinas, con su familia y con sus amantes. ¿A quién le molesta? No al gobierno español, no vaya a ser que nos corte el gas. Doña Merkel es la única que le riñe, pero está de retirada y a él, en cambio, le queda mucho tiempo en el poder. En cuanto a los americanos, ya se encargará de chantajearlos y meterles la mafia rusa en sus ciudades, como está sucediendo en España…

Vladimir Putin reúne lo peor del capitalismo y del comunismo. Es el político basura, por eso triunfa en esta época de egoísmo, ignorancia, miedo y vulgaridad.

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