Muy olvidado en España, Knut Hamsun sigue muy presente en la historia de la literatura universal por novelas como Misterios, que acaba de editar al castellano el sello Nórdica con una nueva y excelente traducción del noruego por parte de Kirsti Baggethun y Regino García Badell.

Se trata de un texto escrito a finales del siglo XIX, cuando Hamsun no había cumplido los cuarenta años. Páginas realmente formidables que siguen estallando en las manos de los lectores como una auténtica y precursora luminaria. Leyéndolas, se nos antoja de pronto estar leyendo a Kafka, a Walser, a Zweig… autores en los que Hamsun influyó poderosamente, así como en escritores norteamericanos tan distintos entre sí como Hemingway, Bukowski o Henry Miller… Este último resultó tan conmocionado después de leer Hambre una de las obras emblemáticas de Hamsun, que rehizo por completo Trópico de cáncer, asimilando la vivacidad de pensamiento y fraseo del genio noruego. Tampoco nos sigue pareciendo exagerada hoy la frase de otro de sus discípulos, Isaac Bashevis Singer, declarando que toda la narrativa moderna tenía su origen en Hamsun.

Misterios cuenta la caótica historia de un personaje, Johan Nagel, que parece caído del cielo y aterrizado en una localidad noruega donde sus vecinos creían conocerse bien unos a otros, hasta que el contacto, las conversaciones, las provocaciones de Nagel les llevan a pensar todo lo contrario.

Como si encarnara una suerte de alocada conciencia, ora individual, ora colectiva, Nagel expone sus puntos de vista sin ninguna clase de prejuicio o de pudor, e irá sacando del fondo de sí mismo toda clase de teorías y conclusiones sobre los más diversos temas, desde el amor a la muerte, desde la convivencia al cortejo, desde las normas de la familia al caos del anarquismo y del olvido… El que injustamente, ya decía, ha sufrido el Nobel noruego.

Obra genial, como tantas de las suyas, Misterios invitaba ya muy tempranamente a escudriñar el mundo del yo, la conciencia y los sueños, en una tumultuosa corriente o monólogo interior que nos arrastrará hacia algún lugar desconocido, como un torrente desbordado arrastra palos y piedras.

Leer a Hamsun sigue siendo una intensa, original, extraordinaria experiencia.