La activación es la energía que dirige la motivación para lograr un objetivo. Sin impulso activo no es posible alcanzar una meta. La mera energía, sin dirección, conduce a una acción sin sentido. Dedicamos mucho esfuerzo a la planificación de acciones, pensar estrategias y resolver conflictos. Buscamos la motivación para conseguir los logros que nos proponemos. Necesitamos incentivos para cumplir aquellos estímulos con los que nos comprometemos en nuestro trabajo. Pero destinamos pocos recursos a fortalecer los cimientos de todo comportamiento inicial, ya que necesitamos una activación básica y efectiva.

A ver qué pasa

A ver qué pasa josé Mendi

El descanso, las vacaciones, el ocio y los cambios de registro diario ayudan a recomponer y revitalizar nuestra vida. Tanto o más como encontrar un trabajo para iniciar un nuevo camino tras la desorientación de una pandemia de crisis junto a una crisis con pandemia. Algunas personas llegan perdidas a una consulta de psicología. Nos piden que seamos su GPS (Guía Psicológico Seguro). Pero lo único que necesitan es apoyo para activarse. Una vez que han recuperado su energía, su autoconfianza es el mejor apoyo para definir y alcanzar sus objetivos.

La reactivación es tan necesaria en las personas como en las organizaciones. Es la razón por la que la recarga energética del gobierno debe estar a tono con la nueva situación política y económica. Fuerza más dirección, provoca motivación. Pedro Sánchez lo sabe y España lo necesita. El cansancio pandémico es mental y material. La recuperación tras la crisis del último año debe abordar, también, una recomposición social del equilibrio de logros personales y comunales.

La derecha ceniza ha fracasado en sus sortilegios apocalípticos. El Tribunal Constitucional, por un voto, no comparte que se hayan salvado tantas vidas con el confinamiento. La misma derecha, PP, Ciudadanos y Vox, que apoyaron en el Congreso el primer estado de alarma, descubren ahora asombrados que lo respaldaron.

El nuevo Gobierno es un impulso para el nuevo escenario. El problema es que cada vez que Sánchez acierta con sus aleteos de mariposa, provoca una crisis en la escena internacional. La oposición, y su desafinada orquesta mediática, pasa de la preocupación bolivariana de Venezuela al agitado panorama cubano. Lástima que no se solidarizaran, igualmente, contra el bloqueo a la isla caribeña, apoyando al pueblo palestino o defendiendo la autodeterminación del Sahara. El PP no sancionó en Europa al régimen homófobo de Orban en Hungría.

Aragón ha protagonizado la activación política en la remodelación de gobierno. La presencia de Pilar Alegría en La Moncloa es una buena noticia cargada de estrategia política, y viceversa. La foto de su toma de posesión en Madrid refleja la anatomía de un instante y también de un distante. Lambán prefirió enrocarse con el Rey en Roncesvalles y abandonar en soledad el potencial de la dama aragonesa. Dime con quién no te juntas y te diré quién serás. Mientras se distanciaba, olímpicamente, felicitó públicamente a la nueva ministra. Al hacerlo, afirmó tres veces su «yo» para minimizar la personalidad y autonomía de la ministra novel: «yo la nombré secretaria de organización, yo la nombré consejera y yo le organicé las primarias a la Alcaldía de Zaragoza para que las ganara». Insuperable como torpeza veraz.

La nueva ministra estuvo respaldada por el expresidente Zapatero, por la plana mayor del socialismo altoaragonés, con Miguel Gracia a la cabeza junto a Marcelino Iglesias, y por el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte. Solo esa composición podría sumar, casi, una futura mayoría de gobierno en La Aljafería. Atentos. Los cambios tienen claves de reactivación dentro y fuera de las formaciones políticas. La sustitución en la delegación del gobierno se debate entre el aterrizaje oscense o el despegue electoral frente a Azcón. Alegría y Dueso, con la Gracia de Huesca, podrían retomar su amistad para conformar una nueva mayoría de cara a los próximos procesos congresuales y electorales. No hay más que recordar cuánto obtuvo, y dónde estuvieron, quienes apoyaron a Pedro Sánchez, Carmen Dueso y Pilar Alegría en las respectivas primarias. Sumen y vean. Hay partido. Los movimientos de Ferraz, tras la renovación andaluza, afectarán también a los barones más dandis.

Algunos ya se están probando nuevas chaquetas en las rebajas del verano. Veremos qué pasa. Porque, como nos canta Rigoberta Bandini: «algo pasa y a ver qué pasa».