La celebración del congreso regional del PSOE aragonés, con la reelección como secretario general de Javier Lambán, y el anuncio de que el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, va a ser el nuevo presidente del PP aragonés, han sido los dos acontecimientos que han desatado la carrera electoral hacia el año 2023, fecha de las próximas elecciones autonómicas (el presidente aragonés dijo que no iba a adelantar los comicios) y municipales. Batalla política que desde el lado socialista siguió con el Debate sobre el estado de la comunidad al desvelar el presidente el impulso al suelo industrial de Zaragoza, y el anuncio de que se levantarán 500 pisos para alquiler en los 'cacahuetes' de la Expo. El primer asunto, puede contar con el visto bueno del alcalde popular, pero el segundo ha abierto la caja de los truenos y ya se verá cómo acaba porque las posturas parecen muy enconadas. Y todo porque en el fondo se trata de distribuir los fondos europeos que llegarán para viviendas y Azcón prefiere hacerlas en barrios más tradicionales. En el fondo, pura pugna política.

Ayer, volvió a salir el asunto de las ayudas a la hostelería, que en su día ya generó polémica entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno autonómico. Ahora resulta que la DGA pide más dinero y eso genera más enfrentamiento por cuanto no se sabe bien para quién serán las ayudas. Ya avisó ayer Azcón que Zaragoza no va a dar dinero «para hoteles del Pirineo». Y no le falta razón. El Gobierno de Aragón debería ser más claro y, sobre todo, repartir las ayudas cuanto antes porque el proceso se está dilatando demasiado. Y otro asunto asoma con las ayudas europeas para la movilidad que podrían llegar tan solo para las ciudades de Huesca y Teruel y no para la de Zaragoza, cuando el ayuntamiento de la capital está esperando algún dinero. Aunque falta la confirmación, podría abrir otro frente.

Así las cosas, se va a celebrar una bilateral el próximo lunes que se limitará a los acuerdos ya pactados, sin entrar en estos temas. Pero lo que no puede ocurrir es que los perjudicados por esta pugna política entre PSOE y PP sean los zaragozanos. La gestión debe estar por encima de los intereses de partido y ahí ambos gobiernos no han dado muchas muestras claras en los últimos días. Ese diálogo que tanto se elogiaba durante los meses duros de la pandemia entre Lambán y Azcón debe seguir por el bien de los zaragozanos. Es verdad que entre los socialistas ha cundido cierto nerviosismo por las expectativas que genera el alcalde en la oposición, pero hay que pensar que para las elecciones aún queda mucho tiempo.